La incertidumbre instalada en el astillero La Unión no cede. La nueva composición accionaria de la firma aún permanece oculta tras la partida de Martín Vinar, su responsable durante los últimos dos años.
El escenario inquieta a los dirigentes del Saon. Según argumentan cincuenta y nueve puestos de trabajo están en juego. Pero en las últimas horas fueron más lejos y alertaron sobre un presunto intento por vaciar la empresa.
“Sabemos que se han llevado cosas, incluso un barco (el “Juan D´Ambra”) entre gallos y medianoche. Por eso decidimos montar una guardia las 24 horas para defender la continuidad laboral”, comentó Jorge De Filippis, vocero del gremio.
El dato que aparece claro es que César Briatore, hombre del Sanam (se retiró como vocal tercero del Saon a fines 2012 en medio de denuncias cruzadas con la administración central por supuestos manejos irregulares) es el nuevo administrador del emprendimiento.
“Que pongan el respaldo sobre la mesa. Pretendemos tener acceso a las actas que registran la nueva conformación de la sociedad anónima y así llevar cierta tranquilidad a nuestros compañeros. Estos muchachos no tienen solvencia”, amplió De Filippis.
De hecho, el reclamo ya fue canalizado formalmente a través del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Consultado al respecto, el secretario general del Sanam y dirigente cercano a Briatore, Walter Castro, prefirió no revelar detalles sobre los nuevos dueños: “No les interesa aparecer por cuestiones que entendemos”, expresó ante Pescare.com.ar.
Luego, continuó: “Sí puedo decir que vienen a Mar del Plata con una importante carga de trabajo para el astillero; pero aclaro que nuestro gremio no tiene nada que ver, actúa como hilo conductor en esta historia”.
Sin embargo, sembró una cuota de ambivalencia al señalar que quienes provienen del campo nacional y popular (por la cúpula del Saon) deberían estar contentos de que los trabajadores puedan gestionar la empresa.
“No se entiende cuál es el reclamo. No hay cambio de convenio, no hay cooperativas, la gente está al día, no se despide a nadie. Sí se le está negando la entrada a clientes: Valastro tiene dos barcos para ingresar y no puede hacerlo”, indicó Castro.
Al mismo tiempo, negó la posibilidad de un progresivo desmantelamiento; pero sus antiguos compañeros desconfían y exhiben predisposición para escrudiñar el presente del astillero hasta obtener certezas.
Desde el Saon anunciaron que realizan guardias para evitar el retiro de elementos. Paralelamente continúan reclamando conocer en detalle quiénes se hicieron cargo de la empresa.
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