El 25 de noviembre es una fecha de profunda significación para la Argentina, al conmemorarse el Día de la Marina Mercante y el aniversario de la creación de la Escuela Nacional de Náutica «Manuel Belgrano». Este día nos invita a rendir homenaje tanto a los hombres y mujeres que integran la Marina Mercante como a la institución educativa que, desde hace más de dos siglos, es faro de conocimiento, esfuerzo y excelencia en la formación de profesionales para el comercio marítimo del país.
Manuel Belgrano: El visionario detrás de la Escuela Nacional de Náutica
En el 25 de noviembre, Día de la Marina Mercante, resulta fundamental resaltar el legado de Manuel Belgrano, uno de los próceres más destacados de la historia argentina, quien con su mirada estratégica y su compromiso con el progreso nacional, impulsó la creación de la primera institución de enseñanza náutica en el Río de la Plata.
En 1799, como Secretario del Real Consulado de Industria y Comercio, Belgrano comprendió que el desarrollo marítimo era esencial para el crecimiento económico, la integración territorial y la soberanía del país. Fue en ese contexto que presentó la propuesta de fundar un establecimiento dedicado a la formación de marinos mercantes, convencido de que las ciencias náuticas eran una herramienta clave para vincular a la joven nación con el mundo a través del comercio marítimo.
El resultado de su iniciativa fue la creación de la Real Escuela de Náutica, una institución que no solo respondía a las necesidades de formación técnica de su tiempo, sino que también sentaba las bases para el desarrollo de una marina mercante nacional. Esta escuela, germen de lo que hoy es la Escuela Nacional de Náutica «Manuel Belgrano», ha sido desde entonces un pilar para la formación de profesionales marítimos que sostienen el comercio exterior y refuerzan la soberanía en los mares.
Belgrano no solo promovió la enseñanza de las ciencias náuticas, sino que también plasmó en esta obra sus ideales de progreso, educación y defensa del interés nacional. Su legado trasciende el tiempo, y la Escuela Nacional de Náutica sigue siendo un faro que ilumina el camino de generaciones de marinos, continuando la misión que él vislumbró hace más de dos siglos.
En cada aniversario de esta institución, se rinde homenaje a la figura de Manuel Belgrano, un verdadero visionario que entendió que la independencia y el desarrollo de un país también se construyen desde sus mares.
A lo largo de su rica historia, la Escuela Nacional de Náutica ha evolucionado para adaptarse a las necesidades cambiantes del mundo marítimo. Actualmente, se distingue por ofrecer una formación integral en las especialidades de Cubierta y Máquinas, disciplinas esenciales para el funcionamiento seguro y eficiente de los buques mercantes de ultramar. Su sistema educativo combina rigor académico, instrucción práctica y preparación física, asegurando que los egresados sean profesionales altamente capacitados, reconocidos internacionalmente por la Organización Marítima Internacional (OMI).
El compromiso con la excelencia se evidencia en su buque de instrucción, el mercante “Anabisetia S”, y en las embarcaciones menores que permiten a los estudiantes enfrentar, de manera práctica, los desafíos que implica la vida en el mar. De esta manera, los títulos otorgados —Piloto de Ultramar, Maquinista Naval y sus respectivas licenciaturas— no solo certifican la calidad educativa de la Escuela, sino que también garantizan la competitividad de Argentina en el comercio internacional y su soberanía marítima.
Este día, también es una oportunidad para reflexionar sobre el legado de Manuel Belgrano, quien comprendió la importancia estratégica de la ciencia náutica como motor de desarrollo económico y vínculo con el mundo. Su visión trasciende el tiempo, iluminando el camino de quienes, con valentía y determinación, construyen día a día el futuro de la Marina Mercante.
A todos los marinos mercantes y a la comunidad de la Escuela Nacional de Náutica «Manuel Belgrano», nuestro más sincero reconocimiento y gratitud. Que este aniversario sea una ocasión para celebrar el esfuerzo, la dedicación y el espíritu de servicio que mantienen viva esta noble vocación y consolidan a nuestra nación como protagonista en los mares del mundo.
¡Feliz Día de la Marina Mercante!