Puerto Quequén avanza hacia una transformación histórica con una inversión privada de 10 millones de dólares destinada a modernizar el muelle 7 y crear un complejo industrial pesquero de última generación. El anuncio se realizó el viernes 12 de septiembre en un acto cargado de emoción y expectativa, donde empresarios, autoridades y gremios coincidieron en la necesidad de recuperar para Necochea una actividad que supo ser motor de empleo y desarrollo.
El proyecto contempla la generación de 350 puestos de trabajo durante la construcción y 250 empleos permanentes en el sector pesquero. Entre las obras principales se destacan:
- Complejo industrial pesquero: instalaciones modernas para almacenamiento, conservación y procesamiento, con cámaras frigoríficas y un sistema de descarga eficiente.
- Varadero para reparaciones navales: con tecnología de “air bag” para la puesta a seco, diseñado para minimizar el impacto ambiental.
- Centro de capacitación: destinado a formar mano de obra calificada en oficios vinculados con la pesca.
- Espacios complementarios: una plaza de almacenamiento con iluminación, áreas verdes y una infraestructura que promueve el desarrollo sostenible.
Con estas mejoras, el puerto aspira a consolidarse como polo estratégico de la industria pesquera nacional, reduciendo tiempos logísticos y ofreciendo condiciones más competitivas para la flota.

El acto oficial mostró la fuerza simbólica del proyecto. El querido Guillermo Soldini, presidente de la nueva sociedad Manumar S.A., -visiblemente emocionado al extremo- recordó los inicios de su vínculo con la pesca: “ Hace más de tres décadas, este sueño comenzó con la humilde fortaleza de un barco de madera y la determinación inquebrantable de construir algo perdurable.
Fueron años de desafíos constantes, de lucha incansable por llevar adelante una empresa que hoy es mucho más que un proyecto, es parte de nuestra identidad y legado. Desde el primer día, nos impulsó el deseo de innovar, de generar trabajo digno y de ejercer un liderazgo cimentado en la honestidad, el trabajo y, sobre todo, la profunda convicción que, junto a Hugo y ahora, nuestros hijos, podíamos forjar un modelo de desarrollo que ofreciera siempre lo mejor de nosotros mismos.
Este proyecto es, para nuestra familia, una obra de vida, un puerto seguro y la vocación de servicio de nuestra empresa. Por ello, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los que han acompañado este sueño y que, con su apoyo y confianza, lo han hecho crecer y cobrar fuerza en este sueño. Esta realidad es muy fuerte para nosotros. Muchas gracias.”.
En esta presentación, escueta pero con la emoción, sinceridad y profundidad que lo caracteriza, Soldini, utilizó el micrófono para hacer un veloz recorrido hacia dónde van, sobre la base de la cultura del trabajo recordando y sin desconocer los inicios inestables, duros y muy austeros pero con convicciones sólidas.

Hugo Obregozo, ingeniero naval y presidente del astillero Aloncar, repasó su experiencia para remarcar la trascendencia de la obra: “Cuando llegué a Quequén en los años 90 había más de 40 barcos y 2.500 personas trabajando en la pesca. Luego vino el cierre de astilleros y fábricas. Hoy tenemos la oportunidad de revertir esa historia. Necochea necesita trabajo, y este puerto tiene un lugar estratégico. El éxito de este proyecto será de toda la comunidad.”
Jimena López: “La pesca vuelve a ser una oportunidad de desarrollo”
La presidenta del Consorcio de Puerto Quequén, Jimena López, con una facilidad y convicción en un estilo de profundo corte integrador y humanista subrayó la relevancia social de la inversión: “Este proyecto generará 600 puestos de trabajo en un contexto en el que se han perdido más de 500.000 empleos en la Argentina. Cada familia que consigue trabajo recupera su identidad y su libertad. El puerto no puede ser solo agroexportador, necesitamos diversificar y dignificar a nuestra gente con empleo de calidad.”
Recordó además el impacto que tuvo la caída de la pesca en la ciudad: “Se perdieron más de 4.000 fuentes laborales, la mayoría mujeres que trabajaban en el fileteo. Los edificios abandonados que vemos todavía hoy son el reflejo de políticas que dejaron librada al mercado la suerte de nuestras comunidades. Este proyecto nos devuelve esperanza y nos compromete como Estado a controlar, acompañar y trabajar junto al sector privado.”

López también planteó la importancia de la sinergia público-privada: “El control estatal no significa obstaculizar, sino garantizar que las promesas se cumplan y que la comunidad reciba los beneficios. Este es un día de esperanza y de disrupción positiva: Necochea tiene destino si apuesta al trabajo y al desarrollo inclusivo.”
Con un plazo de 24 meses para las primeras etapas, la modernización del muelle 7 y la creación del complejo industrial pesquero buscan diversificar la matriz productiva de Puerto Quequén, hasta ahora fuertemente ligada a la agroexportación. El objetivo: que la pesca vuelva a tener protagonismo en la ciudad y se convierta en motor de empleo calificado, desarrollo logístico y competitividad regional.
La presentación en Puerto Quequén no fue solo la firma de una inversión millonaria, sino un acto cargado de simbolismo para toda la comunidad. Las palabras de sus protagonistas dejaron en claro que detrás de cada plano y de cada obra proyectada hay décadas de sueños postergados y familias que anhelan recuperar el trabajo perdido.



La emoción de Soldini, la convicción de Obregozo y el compromiso de Jimena López reflejaron que este proyecto excede lo económico: es la posibilidad de devolverle a Necochea un horizonte de desarrollo inclusivo y sostenido.
Puerto Quequén busca recuperar un lugar estratégico en la actividad marítima nacional. La esperanza de cientos de familias y el esfuerzo mancomunado entre el sector privado, el Estado y los gremios son la base para que la pesca vuelva a ser sinónimo de trabajo, dignidad y futuro en la ciudad.