Las medidas tomadas en el Golfo San Matías, recordó, no constituye una normativa reciente ni apunta de forma específica al sector artesanal. “Se trata de una veda general que rige para todos los pescadores, tanto artesanales como industriales. Cubre todo el golfo, salvo el área situada al sur del paralelo 41°30’, donde la pesca continúa habilitada”, explicó el funcionario provincial.
Esta disposición tiene su fundamento en la resolución 555/2003, mediante la cual se estableció una zona de restricción “desde el paralelo 41°30’ hacia el norte”, con el propósito de resguardar el proceso de desove de la merluza durante los meses de octubre y noviembre.
“En esta época la especie se reproduce en la zona norte del golfo, por lo que es necesario preservar ese espacio para garantizar su continuidad”, añadió.
Impacto sobre la pesca artesanal y situación del recurso
Gualtieri reconoció que la veda afecta de manera particular a las lanchas artesanales que operan desde San Antonio Oeste, debido a las limitaciones operativas que impiden el traslado hacia las áreas habilitadas más al sur, en cercanías de Sierra Grande.
“Las embarcaciones artesanales tienen una autonomía reducida y no pueden alcanzar esas zonas. Sin embargo, la norma no fue dictada ahora ni dirigida contra ese sector; su vigencia se remonta a más de dos décadas”, aclaró.
Pese a las dificultades coyunturales, el subsecretario destacó señales alentadoras sobre la recuperación de la biomasa de merluza. “Las imágenes recientes muestran ejemplares de muy buen tamaño, lo que confirma una evolución positiva del recurso. Investigadores del CIMAS y del INIDEP ya habían anticipado la presencia de una biomasa juvenil robusta, y hoy observamos su crecimiento efectivo”, afirmó.
Actualmente, solo dos embarcaciones industriales permanecen operativas en San Antonio Oeste: el Marina Z y el Huafeng 815. En tanto, el San Salvador se trasladó a Santa Cruz para continuar sus tareas pesqueras.
“Hoy el Marina Z opera bajo un sistema de fasón con el permiso del San Salvador. Es prácticamente la única actividad vigente. La situación es crítica: Río Salado está cerrado, Perla del Este también, y Unión Marítima se queda sin operaciones”, detalló Gualtieri.
El subsecretario advirtió que la falta de infraestructura de frío y congelado limita la capacidad de producción local y desalienta la llegada de nuevos barcos. “Sin recurso disponible y sin la posibilidad de procesar producto congelado, resulta difícil atraer embarcaciones nacionales”, lamentó.
Para revertir ese escenario, el funcionario adelantó que se trabaja junto a la Cooperativa Unión Marítima en la búsqueda de soluciones técnicas y financieras destinadas a optimizar las condiciones logísticas y volver a atraer flota que provea materia prima a la industria local.
El Golfo San Matías continúa bajo emergencia pesquera, un régimen que se revisa de manera periódica. Según explicó Gualtieri, en los próximos meses se analizará si corresponde extender la medida por seis meses más o disponer su levantamiento, de acuerdo con la evolución biológica del recurso.
El funcionario no descartó la posibilidad de avanzar hacia una apertura sectorizada o vedas móviles, orientadas a equilibrar la conservación del recurso con la sostenibilidad laboral del sector pesquero.
“Llegar a una emergencia implica que en algún momento se tomaron decisiones erróneas. No podemos repetir los mismos desaciertos: debemos trabajar en conjunto para recuperar la estabilidad del sistema pesquero”, reflexiona, apuntando al sector pesquero y la administración de las pesquerías; a sabiendas de la excelente gestión actual que tiene hoy en el Consejo Federal Pesquero, con la participación del Dr. Sergio Paleo, cuyo mandato le ha dado a la provincia la importancia que siempre debió tener. Los logros de su gestión, -a la vista-, trabajando en forma mancomunada con las expectativas puestas por el propio gobernador de la provincia, Alberto Weretilneck.
Finalmente, Gualtieri subrayó la singular calidad biológica de la merluza del Golfo San Matías, a la que calificó como “superior a la de cualquier otra región del país”.
“Preservar este patrimonio natural no solo es una obligación ecológica, sino también una estrategia de desarrollo sustentable. La recuperación del recurso debe ir de la mano de la recuperación del trabajo”, concluyó.
Base de la nota fuente Informativohoy