Ocho años pasaron desde que el submarino ARA San Juan dejó el muelle de Ushuaia rumbo a Mar del Plata. En aquella misión de patrullaje iban 44 tripulantes comprometidos con la defensa de los espacios marítimos argentinos. Una semana después, el 15 de noviembre de 2017 a las 07:29, el submarino emitía su último contacto antes de desaparecer en medio de un temporal en el Atlántico Sur.
La búsqueda, que mantuvo en vilo a todo el país, se extendió durante meses y sumó la colaboración de más de una decena de países. Recién el 17 de noviembre de 2018, a 597 kilómetros al este de Comodoro Rivadavia, se confirmó el hallazgo del submarino a casi 1000 metros de profundidad, fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina.


El Tribunal Oral Federal de Santa Cruz estableció que el 3 de marzo de 2026 comenzará el juicio oral por el hundimiento del ARA San Juan. Será en la ciudad de Río Gallegos, tras años de demoras y discusiones sobre la competencia territorial.
Entre los acusados figuran altos mandos de la Armada Argentina que estaban en funciones al momento de la tragedia: el contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, el capitán de navío Claudio Villamide, el capitán de navío Héctor Alonso y el capitán de fragata Hugo Miguel Correa, quienes afrontan cargos vinculados a presuntas responsabilidades en la cadena de mando.


Antes del juicio, se realizará una audiencia preliminar el 4 de diciembre de 2025 en la sede del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, donde se definirán las pruebas centrales del proceso.
Pese a la confirmación de la fecha y la sede del juicio, aún sigue en trámite un recurso presentado ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que busca trasladar el proceso a Mar del Plata, ciudad base del submarino y hogar de la mayoría de las familias de los tripulantes. La Corte aún no se pronunció sobre ese planteo, por lo que el inicio del juicio en Río Gallegos continúa vigente.

A lo largo de estos ocho años, el pueblo argentino ha acompañado a los familiares de los 44 tripulantes con actos, homenajes y muestras de solidaridad en distintos puntos del país. Cada nombre, cada historia y cada bandera recordada en los muelles y plazas del litoral reafirman que su entrega no será olvidada.
Este aniversario llega con un nuevo horizonte judicial: el inicio de un juicio que las familias esperan desde hace años, con la esperanza de que finalmente se esclarezcan las responsabilidades y se honre la memoria de quienes cumplieron su deber hasta el último instante.
