Sin importarle guerra alguna Rusia exporta. Lejos de su conflicto bélico con Ucrania comenzado hace ya un año, el país con mayor superficie del mundo, no detiene su trabajo.
La significativa baja de las cantidades exportadas con respecto al año anterior de parte del país comandado por Vladímir Putin, no hace mella en su economía, sobre todo en los volúmenes vendidos de una cotizada especie como el abadejo.
Los números marcan que el abadejo congelado importado por Corea del Sur en el mes de febrero de 2023 fue de 18.949 toneladas, un 25% menos que en el 2022, cuando lograron venderle al país que tiene más de 50 millones de habitantes.
El volumen de exportación acumulado hasta el mes pasado por parte de Rusia ha sido en general un 28% menos (en el 2022 fue de 44.834 toneladas y en 2023 32.214 toneladas).
El precio por kilo puede variar de acuerdo al comprador como ocurre con todas las especies y de acuerdo a quien lo recibe es otra de las variantes, por caso Estados Unidos pagó 1,66 dólares por kilo y Canadá 1,21 dólares.
Claro está que Rusia sigue liderando el mercado sobre esta especie ya que se trata de los mayores productores y proveedores para la exportación en todo el planeta, destacándose que el 35% de las capturas totales rusas, corresponden al abadejo.
En nuestro país los números con respecto a esta especie son totalmente distantes y es comprensible.
Hasta el 21 de marzo último, las capturas registradas de abadejo en todos los puertos argentinos fue de 416,6 toneladas, los cuales fueron extraídos por la flota costera en 3,4 toneladas, 284,1 a través de los pesqueros de altura, en tanto que las restantes 129,1 toneladas llegaron a puerto por medio de la flota arrastrera.
El puerto que más abadejo recibió fue el de Mar del Plata con 315,1 toneladas, seguido por Puerto Madryn con 39,1, Puerto Deseado con 17,1, Ushuaia 9,8, Ingeniero White 9,2, San Antonio Oeste 0,8, San Antonio Oeste 0,1, mientras que otros puertos de menor movimiento, en total, recibieron 25,4 toneladas.
El detalle mes a mes –y con razones obvias- marca que en enero se descargaron 21,5 toneladas, febrero 84,8 y en los primeros 21 días de marzo 310,3 toneladas.
Durante todo el año 2022 las capturas de abadejo registraron en todo el país 1.582,8 toneladas, en tanto que en el 2021 fue de 2.790,4 y en el 2020 alcanzaron las 2.932,2 toneladas.
Vale destacar que las empresas que requieran exportar la especie abadejo (Genypterus blacodes), del mismo modo que todos sus productos y subproductos, en todas sus formas y presentaciones deberán solicitar antes de la fecha de oficialización del permiso de embarque, la emisión digital del certificado de captura legal de nuestro país, a la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera a través de la plataforma de “Trámites a Distancia” (TAD).
La normativa que indica esto, está expresado en la Disposición 24/2022 donde reza que “las operaciones comerciales alcanzadas por los términos previstos en el artículo precedente, no serán autorizadas para su exportación hasta que se verifique la legalidad de la totalidad de la captura de cada marea vinculada a la Declaración Jurada de Exportación de Pesca.”
La misma norma indica que “la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera podrá requerir la subsanación o rectificación de las solicitudes efectuadas que no cumplan los recaudos consignados en el Sistema Nacional de Certificación Digital de Capturas y Exportaciones Pesqueras de la República Argentina, por intermedio del módulo de Plataforma de Trámites a Distancia (TAD) del Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE)”.
Los resultados de la ultima prospeccion, tan ansiada por llevar adelante la apertura de ese magro 3% como incidental en otras especies, no tuvo la receptibilidad esperada. Las causas, se podrían establecer en varias, muchas, pero sinceramente en la editorial no encontramos cual es la exacta causa que justifique los hechos. Había para la pesca hasta 600 toneladas, y a penas se pudo descargar la mitad. Hasta hubo barcos que desistieron después de un sorteo donde hubo escaso interés.
Sí, es claro, que hay capitanes que lo buscan alrededor de pozos donde habitan y tienen su hábitat, José Lombardo, a bordo del BP Don Santiago ha realizado una excelente faena tanto en la posición 41°26’S 57 34’W como en la fructífera 41°54’S 58 02’W. Es evidente que el abadejo no es de una técnica fácil y rutinaria de arrastre, sino hay que saber donde y como arrastrar, «jugando» a veces el aparejo entre la profundidad y algunos escollos de piedras y lajas que bien podrían destruir parte o toda la red.
Lo concreto es que se solicita con vehemencia una prospección a la especie, y llegado el momento, son solo unos pocos buques los que lo aprovechan, casi de la mano de avezados capitanes que saben cómo capturarlo. Una oportunidad desaprovechada, porque el abadejo, tanto en mercado interno como de exportación tiene demanda permanentemente y a muy buenos precios, siempre sostenidos. Siendo una especie, como lo decíamos en el otro párrafo, que genera mucha demanda laboral, con aprovechamiento de cachetes, filets, vejiga natatoria y barbijo; tarea, que además, no se puede suplir con máquinas, donde el filetero debe utilizar su pericia para extraer esos cortes.