Alarma en alta mar. Personal de Prefectura Naval Mar del Plata debió asistir a un pasajero de una embarcación de bandera noruega. Tuvo que ser trasladado a un centro asistencial.
La Prefectura Naval Argentina, a través del personal que reviste en la sede marplatense a las órdenes del titular PM Rodolfo Cattaneo, asistió a un pasajero del crucero de pasajeros «Viking Jupiter”, que se había enfermado cuando navegaba frente a la costa de Mar del Plata.
Lo que parecía el simple paso por el frente de la costa atlántica y donde algunos desprevenidos (y por qué no aquellos que arrojan información sin chequear), no era otra cosa que una situación de emergencia a bordo del lujoso crucero noruego que transporta algo más de 1.000 pasajeros a bordo de 228 metros de eslora.
La emergencia dio comienzo cuando desde el puente de comando del buque, su capitán tomó contacto con el Centro de Gestión de Tráfico Marítimo que la Fuerza posee en Mar del Plata (costera Mar del Plata L2U), a raíz del cuadro que presentaba uno de sus pasajeros, quien aducía tener un fuerte dolor abdominal.
Realizada la radioconsulta médica, el facultativo de la PNA diagnosticó una posible obstrucción intestinal, recomendando continuar con el tratamiento indicado por el médico del buque e indicando que el pasajero debía ser desembarcado para un tratamiento en un centro asistencial.
Una vez que el crucero arribó a la rada local, personal de la Estación de Salvamento, Incendio y Protección Ambiental junto al médico de la Prefectura Naval, a bordo de una lancha, desembarcaron al pasajero y su acompañante.
Mientras era asistido, se lo condujo hacia tierra firme, donde aguardaba una ambulancia que lo trasladó hacia un nosocomio privado para su mejor atención en estado controlado.
Uno de los datos llamativos de la situación es que en marzo del año pasado, la misma embarcación tuvo una situación similar, cuando una pasajera de 75 años presentaba dificultades respiratorias, temiéndose que se pudiese tratar de un caso de COVID-19, tal cual consignamos en su momento a través de PESCARE.
El derrotero del lujoso barco indica que provenía de Montevideo con un plan de viaje de 17 días, que se inició el 7 de febrero en Buenos Aires y se estaba dirigiendo a la ciudad de Puerto Madryn, para recalar días más tarde en Puerto Argentino (Islas Malvinas) traspasar el Cabo de Hornos, una recalada en Ushuaia, para trasladarse a Punta Arenas, Puerto Montt y Valparaíso –estos tres últimos puertos chilenos- donde finalizará su periplo el próximo 24 de febrero.