Sus comienzos fueron en la pesca comercial en enero de 1986. Comenzó como aprendiz en el B/P “Fernando V”, luego el “Mar Azul” para pasar más tarde al “Topacio”. Supo ganarse el puesto como se estila en esos tiempos complejos hasta que recibió la invitación ya como marinero a través de la empresa Frigocen para trabajar en el B/P “Centauro”, una embarcación de origen japonés que se había dedicado al atún y estaba armado para hacer “costa”.
Hoy Alejandro Latte, con quien dialogamos haciendo un repaso de su trayectoria sin dejar de lado la actualidad, es el Director de Capitanes de Buques de Investigación del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero.
Usted viene de la pesca comercial y llega a una actividad que si bien está emparentada, es muy distinta, ¿cómo han sido todo esos años?
Estuve casi dos años en el “Centauro”, cuando junté la singladura para ir a hacer la Escuela de Pesca que era mi objetivo, previo al ingreso al INIDEP donde ya tenía libreta para cubrir guardias de puerto y ahí pedí permiso para hacer la escuela. Hacía la escuela y hacía guardias en los barcos del INIDEP y en mis primeros años comencé como ayudante del capitán de armamento, del Ing. Jorge Tarnoski.
Tenía 20 años y tenía mucha energía para hacer todo. Cursaba en la Escuela de Pesca donde cursaba para patrón de pesca costera, salía, venía para el INIDEP, hacía los trabajos administrativos en la Dirección de Buques, en la Capitanía de Armamento, hacía los trámites de los despachos de la gente, los roles, los despachos de Prefectura, buscaba a los inspectores, iba a los talleres a buscar cosas. Era el “che pibe” que andaba por todas partes y a veces cubría las guardias por la noche como sereno del barco.
Evidentemente eran otros tiempos y el camino era distinto a lo que puede ser hoy.
En esa época tenías que ser patrón de pesca costera, después tenías que hacer dos años de singladura con el máximo cargo para hacer patrón de pesca de segunda. En esos contaban los inscriptos para ser patrón de pesca de segunda y si quedaban algunas plazas se cubrían por orden de mérito por los mejores promedios del año en curso. Eso te exceptuaba de tener que hacer la singladura con el máximo cargo.
Tuve mucha suerte en haber sacado uno de los mejores promedios del curso de patrón de pesca costera, entonces automáticamente “abroché” dos años y en dos años me recibí como patrón de pesca de segunda.
Me dieron la posibilidad de salir de segundo oficial de cubierta en el INIDEP ya recibido. Salí con el Holmberg. Subí como segundo oficial de cubierta, estuve un tiempo bastante corto, porque se dio la posibilidad de salir de primero y en ese momento quienes estaban de capitanes consideraron que tenía alguna condición para empezar a formarme y en menos de un año me recibí de primer oficial.
Con algunos conocimientos ya adquiridos
Tenía conocimientos desde lo teórico y desde la práctica me los iba haciendo, aprendiendo con la ayuda de esos capitanes que estaban en ese momento, que me dieron el soporte. Seguí trabajando de primer oficial y alternativamente estuve mucho tiempo en el “Oca Balda”, donde hacíamos toda la parte patagónica. Trabajamos mucho tiempo desde Puerto Deseado hacia el sur. Isla de los Estados, Banco Burdwood, Bahía Grande, Estrecho… todo esos lugares donde aprendí muchísimo para pasar luego al “Holmberg” de primer oficial.
Por esas circunstancias de la vida, a mis 27 años, se da que el capitán que estaba acá, estaba en forma circunstancial y el barco quedó sin capitán. El armador me dice que tenían que contratar un capitán, tenían que evaluarlo bien, pero me pidió el favor que saliera como capitán porque había varias campañas comprometidas, hasta tanto pudieran ubicar un capitán con el perfil para este tipo de barcos.
Como cualquier muchacho de 27 años, seguro de su capacidad pero con bastante inconciencia y deseo les dije que sí hasta que consiguieran un capitán. Esos 27 años que tenía y esos dos viajes que iba a hacer circunstancialmente, se convirtieron en 25 años de capitán titular del BIP Holmberg, aunque hacía algún viaje de relevo en el BIP “Oca Balda”, en el “Cánepa” o algún trabajo en particular.
Está claro que las actividades son distintas entre un buque de pesca comercial y uno de investigación donde las actividades son distintas, ¿qué otras cosas hay que atender?
Es distinto. Tiene sus ventajas y sus desventajas y sus pro y sus contras. En un barco pesquero vos tenés la responsabilidad de salir a llenar una bodega, en el menor tiempo posible, con el menor gasto posible para que eso sea redituable para el armador y para toda la tripulación, porque en definitiva sos socio del armador porque cobrás un porcentaje de la captura.
Tenés que salir con toda esa presión y realmente es una carga importante y estresante para los capitanes, donde sabés con todo lo que tenés que lidiar. Por otro lado tenés una ventaja, medianamente uno está atento a cómo está el movimiento de la flota, quien está tocando un poco más de pescado, quien menos.
Si vos procurás tener un arte de pesca o medianamente “afilados” como llamamos nosotros los capitanes, salís, vas a trabajar con la flota y más/menos vas a poder defenderte. Tal vez no sos el que más pescás, pero tampoco el que menos pesca y eso tiene mucho que ver con el arte de pesca que tengas armado y la herramienta que vos tengas como el barco, que sea un barco que tenga buen tiro de arrastre, buena capacidad de pesca, pero medianamente si bien uno tiene todos esos problemas puede estar dentro del “pelotón”.
Eso no siempre es tan fácil, no siempre es así porque a veces no hay pescado y hay que salir a buscarlo y ahí realmente se ve el arte y el oficio del capitán. Ahí es donde lo tenés que demostrar.
¿Entonces donde está marcada la diferencia?
Los barcos del INIDEP tienen la ventaja que vos salís “con la bodega completa” dicho esto en forma figurada. No tenés la presión de la gente, no tenés la presión del armador, no tenés la presión de saber dónde está el pescado y eso es una ventaja no menor. Es importantísima, es fundamental.
Claro que también tenés otras cuestiones que son desventajosas. Vos tenés que procurar de mantener un muestreador, como las redes nuestras, siempre en el 100% de su potencial. Nosotros hacemos una metodología de investigación que es a través del área barrida y pesca comparativa. Siempre repetís el mismo lance, la misma época del año, las mismas condiciones para poder después ir comparándolo, pero vos el muestreador que es la red, tenés que tener siempre el mismo. Para eso tenemos estandarizadas determinadas redes que venimos usando el mismo estándar hace muchos años y tenemos equipos de telemetría de red.
Hay que estar sobre la red los 365 días del año, donde no se puede fallar en un pie de longitud y lo tenés controlado porque donde te pasaste tenés un montón de sensores que te lo van diciendo.
Tenés que trabajar mucho sobre el equipo y además tenés anexos. Son equipos que no bajan de los 80 mil, 100 mil, 150 mil dólares. Por lo tanto si vos enganchás la red, la rompés o te pasa algo, la pérdida es muy onerosa y el Estado no es un armador que puede salir y comprar 10. Tenes que cuidar esas cosas. Vivís con la presión de tener el equipo bien, no romper nada, no perder y cada equipo que después vas largando como los muestreadores de oceanografía, de plancton, son equipos que más allá de los sensores, estás poniendo en el agua siempre valores no menores a 250 mil, 300 mil dólares por cada maniobra que vos hacés.
Eso también te lleva a tener una presión porque tenés que tener la gente adiestrada, capacitada, tenés que tener el barco posicionado en una forma determinada, tenés que trabajar en una forma bastante estresante.
También tenés la ventaja de que los 365 días del año estás monitoreando todos los caladeros y en determinadas épocas del año vas aprendiendo a hacer un seguimiento estacionario de todas las especies. Para graficarlo de una forma burda: durante todo el año sabés como va a estar el movimiento y dónde vas a encontrar la merluza en buen tamaño comercial, donde vas a encontrar muchos juveniles, donde se va a ir moviendo, para donde la tenés que ir buscando, eso te lleva a tener una experiencia y un conocimiento de los fondos por el tema de los equipos pero además de todo el movimiento de lo que está pasando debajo del mar y como se van moviendo estacionariamente todas las especies.
¿Esa posibilidad a la que hace referencia tiene un área determinada?
Eso es aplicable a todo el litoral marítimo argentino o en su gran mayoría. Además nosotros somos transversales, trabajamos merluza, langostino, anchoíta, especies costeras, abadejo. Vamos conociendo todo y en una forma minuciosa, lo cual, cuando vos dejás de ser capitán en el INIDEP, cuando vas a trabajar a la parte privada se nota y mucho. Saben en todo momento del año donde ir a buscar el pescado, donde encontrarlo y la calidad, que no es un dato menor.
En las campañas seguramente han ocurrido cosas llamativas o al menos curiosas, ¿cuál recuerda? El mar es un mundo desconocido aún por aquellos que se dedican a la industria pesquera y que tienen amplios conocimientos.
Hay infinidad de anécdotas, pero me quedo con la posibilidad que tuve de haber conocido lugares que son difíciles de conocer y haber podido trabajar y pescar en lugares donde realmente un capitán de pesca “normal” o un patrón de pesca o un piloto “normal” no se les da.
Durante 5 años tuve la posibilidad de ir a pescar a lo que son aguas de la CCAMLR, que son aguas subyacentes a la Antártida. Islas Georgias, Isla Elefante, Orcadas y toda esa zona que es contigua a la Antártida.
La CCAMLR es la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos que entró en vigor en 1982 como parte del Sistema del Tratado Antártico, de acuerdo con las disposiciones del art. IX de dicho tratado. El objetivo de la Convención es la conservación de la vida marina del Océano Austral.
Latte se orgullece al mencionar que fueron como argentinos, con el pabellón argentino y enarbolando un gallardete de la CCAMLR que es algo equivalente a las Naciones Unidas pero referida a los recursos vivos marinos.
La posibilidad de poder pescar en James Ross, Rocas Cormorán, The office Boys, Georgias del Sur, cerca de Orcadas, es realmente un desafío, porque tal vez no se pesca tanto, es un área desconocida donde se encuentran especies totalmente diferentes a las que uno está acostumbrado a pescar acá.
¿Qué especies puntualmente encontraron que no son tan conocidas?
Había una producción de producción muy grande de “pez del hielo” que es un pez que tiene un color entre transparente y plateado como el pejerrey pero con una cabeza grande. No tiene hemoglobina en la sangre, por lo tanto se ven casi todos los órganos y viven en aguas de muy bajas temperaturas. Esto más allá de la merluza negra, el róbalo y otros peces que realmente los pescás a mil, mil doscientos metros de profundidad, que trabajás con Robhoper, donde encontrás especies que nunca la viste porque viven en tan baja profundidad, que no llega la luz, son especies muy raras dignas de un avatar como en la película.
Un mundo que en lo personal le ha dado muchas satisfacciones evidentemente
Si, por supuesto. La posibilidad de haber podido pescar en las costas de España, de Portugal, de hacer alguna pasadita por el banco Subsahariano, son acciones que uno ha podido hacer en determinado momento y ha sido muy lindo para hacerlo a través de esta profesión y por supuesto desafiante.
Latte tuvo también se desempeñó en la gestión del Gobierno anterior donde fue Jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, donde se alejó un poco del INIDEP, regresó hace unos años por un compromiso que tenía para tomar algunas evaluaciones y ver como estaba perfilado el tema de la flota y luego de cumplir los 90 días acordados realizó un informe a la intervención anterior del INIDEP, hasta que el año anterior fue invitado por el actual director Lic. Oscar Padín para que forme parte de su equipo como asesor, donde tuvo que hacer los “toques finales” del BIP Mar Argentino en España.
Hice el viaje de vuelta del “Mar Argentino” y a partir de ahí el director me pidió si estaba dispuesto a asumir un compromiso más profundo con el Instituto, lo cual, te soy honesto, lo evalué porque ya estaba más de “salida” que para quedarme porque ya tengo los años jubilatorios y estaba pensando en descansar.
Cuando estaba por decir que me iba, se me presentó el primer día que yo vine al INIDEP armado con un bolsito con 20 años y una vida por delante. Veía que había formado una familia, que había educado a mis hijos, que había podido comprar una casa. En algún punto me sentí en deuda, desde lo moral. El Estado invirtió en mí casi 30 años, mucho dinero, tiempo y demás para formarme, yo me formé acá, más allá del paso por la pesca comercial.
Entendí que era hora de devolverle al Estado algo al menos de lo que me había dado y tomé el desafío de reestructurar esta dirección de buques que venía con algunas falencias de años y que le había tocado a Oscar Padín recibirlo y tratar de ver como lo reencausaba, así que asumí en los primeros días de enero de este año como Director de Buques de Investigación.
No quisimos dejar de repasar la amplia carrera de Alejandro Latte, pero uno de los temas que nos ha motivado la charla, también es la actualidad de las embarcaciones del INIDEP, por eso también lo consultamos al respecto.
¿Cómo está la situación de las embarcaciones hoy del INIDEP y cuantas y cuáles están en funcionamiento?
Sin contar lo que falta, estamos despachando la semana próxima el BIP Mar Argentino que va a hacer una campaña de evaluación con nasas con la parte costera. Una campaña más suplementaria a esa y más grande con el “Holmberg” y los dos trakkers que también tenemos unas evaluaciones en la franja bien “costerita”.
Sin contar eso que lo estoy “disparando” la semana que viene tenemos casi 280 días navegados con los barcos. Tenemos plenamente operativo el BIP Angelescu, el BIP Holmberg que lo pusimos en valores, que es un barco que tiene 40 años y que estuvo desatendido por infinidad de cuestiones por muchos años. Esto venía en una curva creciente de gastos, tiempos, trabajo, dedicación. Creo que ya está amesetado, es un barco que lo tenemos prácticamente en un 95% operativo, por supuesto van a ser cada vez menos los requerimientos de mantenimiento. No puedo hacer un barco nuevo de uno de 40 años, porque si no compro uno nuevo, las cosas que son previsibles se las fui haciendo y hemos contratado talleres que son representantes de, por ejemplo, el motor principal que es marca Yanmar a quienes los contratamos en exclusividad para hacer los trabajos y así también con los auxiliares.
La parte frío con las marcas oficiales, hidráulica y neumática también, hemos ido dándole un perfil de que intervengan los barcos quienes son representantes, porque tienen repuestos, porque tienen conocimientos, porque tienen facilidad.
El BIP Víctor Angelescu, si bien tiene un par de años, es un barco nuevo. Tuvimos el inconveniente que el barco vino con pocos repuestos, ya hay que hacerle los overhaul a un montón de motores por eso tuvimos que prever la adquisición de un montón de repuestos. Los motores Volvo Penta los trabaja el representante oficial por ejemplo.
Pero el “Angelescu” venía de tres años de darle trabajo y con un mantenimiento correctivo y no preventivo. Cambié eso y lo que estamos haciendo es lo preventivo sin descuidar lo correctivo.
El “Mar Argentino” lo incorporamos formalmente, costó un tiempo, el hecho de pasar todas las inspecciones a nivel nacional y de ponerlo a punto también llevó tiempo pero ya está operativo hace unos cuantos meses y está trabajando.
Después puse a trabajar, que tuve que regularizar una cuestión administrativa, dos trakkers que me cubren todo lo que es la primera franja de las tres millas costeras. Hoy están trabajando en el Río de la Plata haciendo una campaña para la provincia de Buenos Aires.
Las campañas son muy costosas y en ocasiones el Estado no tiene el recurso económico para hacerlo, los armadores quieren saber cómo está el recurso pesquero ¿es viable la comunión con las distintas Cámaras para darle curso?
Hoy el tema financiero del INIDEP pude llevarlo bastante bien, no te voy a decir que ha sido lo más fácil, pero hemos podido ponerle un poco de imaginación y de administrar los recursos de una forma tal que sean eficientes y efectivos, hacer con lo que teníamos lo mejor posible y bastante bien nos ha salido, obviamente con la necesidad de tener más financiación porque nos daría previsibilidad que hoy cuesta tenerla. Así mismo estoy convencido que para algunas campañas particulares que son de interés para el sector comercial, una asociación pública-privada para el financiamiento de algunas campañas para nosotros es extremadamente útil, es realmente necesario, trabajamos para tratar de generar esa sinergia y estamos encarándolo por ese lado y de alguna forma cada vez se van a ir sumando más sectores de Cámaras de armadores y poder hacer en conjunto algunas cosas que van a ser en beneficio para ellos y nos van a ayudar a nosotros conservar en el estado más óptimo nuestros barcos.
Lamentablemente tuvimos que dar de baja al BIP Oca Balda, porque ya era un barco que poner en valor nos iba a costar mucho dinero y la ecuación económica llevaba a que no iba ser un buen equilibrio y lo donamos a la Dirección de Parques Nacionales, porque el uso que le van a dar ellos es diferente. La gente de Remolcadores Mar del Plata lo llevó allá hace unos meses y entre las acciones que hicimos, subastamos el “Cánepa”, ya no es más nuestro.
Nos quedamos con Holmberg puesto en valores, el Víctor Angelescu y el Mar Argentino además de los trakkers y a lo mejor somos soñadores, pero el mundo se maneja a través de un sueño y después poder perseguirlo, estamos pensando a futuro en tener un barco de clase polar, un iceclass para poder dedicarlo a aguas subantarticas, milla 200 y demás con otras capacidades. Es un proyecto que tenemos.
¿Habrá luego una faz comercial para desarrollar todas esas investigaciones a través de los datos que se vayan relevando?
No lo vemos como una ecuación comercial. Lo que vemos es una asociación pública-privada para hacer determinados trabajos que son de interés para el Estado y es de interés para los armadores y que los armadores ayuden a co-financiar esas campañas, con el combustible por ejemplo.
Nosotros no tenemos una búsqueda de un rédito comercial. Somos un instituto de ciencia e investigación. Ya lo hemos hecho en algunas ocasiones con calamar, con langostino, con vieira. Buscamos que nos ayuden a no gastar tanto. Siempre los recursos del Estado son finitos.
¿A nivel internacional como está considerado el INIDEP?
No sé realmente como está “rankeado”. Lo bueno es aprender de la historia. Aprendimos que antes eran campañas de evaluación de pesquerías con área barrida, pesca comparativa y demás y le anexábamos a eso el complemento de la parte de medio ambiente en general. Temperatura de agua de mar, contactabilidad, variantes y cambios en las temperaturas, todo lo que es plancton, fitoplancton, zooplancton, nutrientes en agua, esos datos se anexaban a la evaluación pesquera en sí misma, en pequeñas porciones.
Todo eso nos llevó a darnos cuenta con el tiempo de que más allá de la evaluación de pesquería en cuantificar en la cantidad de pescado, la vida empezaba a florecer en el mar o arrancaba la cadena trófica como dicen los investigadores a partir de determinadas condiciones medio ambientales. Aprendimos que teníamos que conocer bien el medio ambiente marino para que a partir de ahí estén las condiciones óptimas para el desarrollo de la cadena trófica que te decía. Cambiamos de BIP netamente con el complemento de la variante medio ambiental a pensar, primero imaginarlo, primero soñarlos y después llevarlos a la práctica: plataformas de investigación.
Una plataforma de investigación porque para nosotros es tan importante la pesca como la oceanografía, como el plancton, como el tema medio ambiente en general.
Entonces convertimos nuestros barcos de ser netamente pesqueros con ese complemento a que no haya complemento sino que sea todo uno con igual importancia todos. Lo soñamos primero, le dimos forma y lo mandamos a hacer. El producto final de eso es el “Angelescu” y el “Mar Argentino”.
Y te voy a sorprender porque esa matriz de investigación nueva, disruptiva, tuvo origen acá, con investigadores nuestros, con capitanes nuestros, con gente que pensó, con oceanógrafos, con gente que estudia la hidroacústica. Eso se gestó acá. Si hizo, se dio cuenta gran parte del mundo científico internacional y empezaron a replicar barcos del estilo de los nuestros, países del primer mundo y hoy están usando el modelo de nuestros barcos otros países del primer mundo y están encargando barcos iguales a esos.