En un lapso estimado de 24 días el BIP Víctor Angelescu zarpó dos veces, el último viernes en busca de anchoíta en una nueva campaña, ya planificada y que forma parte del Programa Pesquerías de Peces Pelágicos.
Esta evaluación tiene la característica que se realizará conjuntamente con DINARA (dirección Nacional de Recursos Acuáticos ) de la República Oriental del Uruguay, buscando una evaluación del efectivo norteño de anchoíta en esta primavera y tiene como objetivo principal poder estimar y cuantificar la biomasa bajo los estudios que se llevarán a cabo mediante métodos hidro acústicos y por el Método de Producción Diaria de Huevos.
La zona a realizar la evaluación está comprendida entre los 34° – 41°45´Sur, desde la costa hacia los 100 metros de profundidad, en el sector que llega hasta los 37°30´ Sur.
Buscarán obtener los distintos índices de composición de la población por clases de longitud y de edad, correspondientes a cada estrato y al total del área, además de buscar parámetros vitales como la longitud de primera madurez, el crecimiento y la mortalidad.
En el recorrido acústico de 46 transectas perpendiculares a la batimetría, que están dispuestas en 6 estratos, se realizarán también 143 estaciones de muestreo de plancton y la adquisición de datos oceanográficos mediante CTD.
La CTD o sonda, se utiliza habitualmente como elemento de oceanografía para poder medir la conductividad, la temperatura y la presión del agua de mar. Se mide precisamente la conductividad para así determinar la salinidad del mismo.
Otra de las tareas será caracterizar la respuesta acústica de la anchoíta y su fauna acompañante mediante la aplicación de señales acústicas justamente en distintas frecuencias.
Realizarán además mediciones de intensidad de blanco acústico (TS) de anchoíta aplicando una banda ancha (FM) ejecutando estudios sobre los comportamientos y la morfología de los cardúmenes de la especie.
Una de las características técnicas de la campaña es poder identificar registros acústicos y obtener muestras de peces, donde se tiene previsto un número máximo de 50 lances que se llevarán a cabo mediante una red de arrastre de media agua, que se espera opere con una abertura aproximada de 8 metros entre alas y 5 a 6 metros en sentido vertical.
En los 24 días que tiene previsto la realización de esta campaña, se harán actividades de hidro acústica, biología pesquera, ictioplancton, fitoplancton, zooplancton y se tomarán muestras para caracterizar la trama trófica mediante isótopos estables, entre otras actividades como la genética poblacional.
De este modo se tratará de establecer el comportamiento de esta especie que, como ocurría en otras oportunidades, ya no está en la costa marplatense.
Obviamente, ante una nueva zafra de la engraulis, que recién algunos barcos tocaron en calidad y cantidad entre Necochea y Mar del Sur, la expectativa siempre está puesta en que las lanchas amarillas puedan tenerla cerca. Hoy la distancia hace que a esas embarcaciones no les sea provechoso, habida cuenta de los gastos operativos que requiere alejarse del puerto y además, está fuera de la zona operativa de las mismas.
Aún sigue siendo un interrogante lo que ocurrirá, se busca calidad como siempre, pero el punto en contra es sin dudas la cantidad, por eso, cuando se realizan campañas de este tipo como la iniciada en estos días por el INIDEP, siempre abre una puerta de lectura para saber a dónde se está parado en esta zafra y hasta donde se puede llegar, en una especie que viene subexplotada desde hace mucho tiempo por ambos países.
Por Gustavo Seira