La construcción tendrá un plazo de ejecución de 24 meses y la misma se llevará adelante a través de una licitación pública del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata. Se trata de la obra del denominado Espigón Nro. 9, que fuera anunciado en el año 2014 y nunca se llevó a cabo.
Si bien se esperan las definiciones de parte de la Dirección de Control Técnico y Habilitaciones del Ministerio de Transporte de la Nación, que deberá otorgar la “Declaración de obras Portuarias”, ahora el paso a seguir es la verificación de la ubicación del espigón para que no afecte la navegación.
Desde el propio Consorcio se supo que el ente ha iniciado los trámites ante el Instituto Nacional del agua, para que el organismo emita un informe técnico al respecto y ante la Prefectura Naval Argentina, quienes deberán confirmar su “no objeción” a los trabajos que se realizarán para la construcción del muelle que tendrá 190 metros de largo por 34,90 de ancho.
Otro de los trámites aún faltantes, es el otorgamiento por parte del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires para que entregue la Declaración de Impacto Ambiental a la obra, mientras que la Subsecretaría de Control y Fiscalización es la autoridad a cargo de la decisión ambiental y la Dirección Provincial de Evaluación de Impacto Ambiental y será quien sustancie el procedimiento y evaluación técnica.
Para esto, las autoridades de la provincia de Buenos Aires abrieron una instancia de participación pública antes de decidir la eventual entrega de la Declaración de Impacto Ambiental, para que la ciudadanía en general pueda enviar consultas hasta el 17 de mayo próximo y acceder a la información oficial del proyecto.
De acuerdo a los detalles recibidos, el espigón nro. 9 va a ser construido con un total de 168 pilotes perforados, los cuales estarán realizados de hormigón armado, los cuales estarán separados entre sí cada 6,76 metros, con una camisa metálica de 1,20 centímetros de diámetro que estarán vinculados mediante vigas y losas, conformando así una estructura pórtico de hormigón armado con sistemas de defensa, de acuerdo a lo que se informó oficialmente.
La superficie que tendrá ser de 6.631 metros cuadrados y estará a 70 metros del espigón 10 y a 300 metros del 7, vinculándose con la Escollera Sur a través de un sector operativo de 4.620 metros cuadrados, donde se ubicarán edificios e instalaciones de servicios con acceso vehicular al espigón, el cual tendrá instalación eléctrica, agua potable presurizada, tendido de combustibles, islas de seguridad, sistema de iluminación, instalación contra incendios, gabinete de salvamento y balizamiento.
Según han consignado desde el ente que maneja el puerto marplatense “la técnica constructiva prevé la extracción del material que se realiza a través de una camisa, retirando la columna de sedimentos que serán retirado y dispuestos en sitios aptos acorde a su caracterización. Sobre la base de los estudios de suelo, se determinaron los métodos constructivos de menor impacto ambiental, definiendo la ejecución de pilotes perforados en lugar de hincados, que resulta ser una metodología de rápida ejecución y menor impacto para la operatoria portuaria y menor impacto para el ambiente, minimizando la dispersión de sedimentos, reduciendo ruidos y vibraciones y en consecuencia la perturbación al medio biológico, en particular por la presencia de la colonia de lobos marinos”.
Dejaron aclarado desde el Consorcio Portuario que “dentro de este presupuesto de 17 millones de dólares, no se incluyó las obras de dragado que son necesarias de realizar para el calado a pie del Espigón. Estas tareas serán ejecutadas en otra etapa para llevar el calado a – 7,00 metros respecto del cero del puerto. La obra de dragado ya había sido establecida en 190.000 metros cúbicos en noviembre de 2016”.
De manera oficial también destacaron que “este espigón permitirá dar respuesta a las actuales necesidades de mayor espacio de amarre y la disponibilidad de infraestructura de la flota pesquera y ser una alternativa a la futura demanda de proyectos de tipo offshore. Viene a dar un salto cualitativo a la operatoria portuaria, posicionando al puerto de Mar del Plata en un lugar privilegiado para la prestación de servicios a la flota pesquera, así como a los nuevos servicios relacionados con la mejora en la atención, amarre y operación de embarcaciones de tamaño y capacidad similar a las que operan en las Dársenas de cabotaje y de Ultramar del puerto de Mar del Plata, para esloras estimadas en 25 a 65 metros aproximadamente y proyectos off shore en curso”.