Tras semanas de conflicto, despidos y tensas audiencias, el caso de Apolo Fish sigue sin una resolución definitiva. Si bien en la última reunión entre los responsables de la empresa y los trabajadores hubo un primer desembolso de dinero, las negociaciones por las indemnizaciones continúan estancadas.
El conflicto comenzó a tomar notoriedad a fines de mayo, cuando la pesquera Apolo Fish S.A., ubicada en el puerto de Mar del Plata, despidió a 34 trabajadores. La medida derivó en una toma de planta, una clausura preventiva dispuesta por la Municipalidad por irregularidades, y sucesivas audiencias en la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
Este lunes, en una nueva instancia convocada por la cartera laboral, los representantes legales de la empresa ofrecieron abonar las liquidaciones en un plazo de 18 meses —una mejora respecto a la primera propuesta, que establecía un pago en 24 cuotas—. No obstante, los trabajadores consideraron inviable ese esquema y rechazaron nuevamente la oferta.
Lo que sí se concretó fue el pago de las quincenas que estaban pendientes, uno de los reclamos más urgentes planteados desde el comienzo del conflicto. La suma abonada fue de $350.000 por operario, y ante las diferencias entre los convenios bajo los que estaban registrados los, se resolvió formar un fondo común y repartir el monto de manera equitativa entre todos.
Una nueva audiencia está prevista para el próximo martes a las 10 de la mañana, en la que se intentará acercar nuevamente las posiciones entre la parte empresarial y los representantes gremiales del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP)
Mientras tanto, la planta de Apolo Fish sigue inactiva, los trabajadores siguen sin certezas sobre su futuro laboral, y la comunidad portuaria observa con atención el desenlace de un conflicto que expone una vez más las tensiones del sector pesquero local.