La mañana de este lunes comenzó con expectativas de avance en las negociaciones del conflicto pesquero que mantiene paralizada la actividad en aguas nacionales. Sin embargo, la reunión convocada con urgencia en Puerto Madryn fue suspendida debido a la ausencia del gobernador Ignacio Torres, hecho que generó malestar en los gremios y tensó aún más el escenario.
El intendente Gustavo Sastre fue uno de los primeros en referirse públicamente a la situación. “Teníamos previsto un encuentro, pero el Gobernador tuvo que viajar a Buenos Aires para intentar destrabar un conflicto que ya no puede seguir demorándose. La gente necesita trabajar”, afirmó. Y agregó que, ante la falta de Torres, los gremios decidieron no continuar con la reunión.
Sastre subrayó que, desde el Municipio, se acompaña el reclamo de los trabajadores, aunque reconoció que las herramientas disponibles a nivel local son limitadas. “Uno apoya, pero llega un momento en que nuestras posibilidades de intervención no alcanzan”, expresó.
Consultado sobre posibles salidas al conflicto, reiteró la necesidad de diálogo sincero. “Hay que sentarse en una mesa, decir realmente si se quiere salir a pescar, y flexibilizar posturas que hoy no conducen a ninguna parte”. También advirtió sobre las consecuencias más amplias que ya genera la paralización de la flota: “No sólo se ven afectados los marineros, sino también las plantas procesadoras y otros sectores de la cadena productiva. Si esto continúa, el daño será mucho mayor”.
La bronca en los muelles no tardó en traducirse en nuevas acciones de protesta. Esta mañana, poco después de las 8, marineros reforzaron el bloqueo en el acceso al muelle Almirante Storni como señal de repudio a la falta de respuestas. » Acá se perdió el negocio, no es el problema el trabajador o la estiba, como tampoco de los empresarios. Los representantes perdieron credibilidad, perdieron la palabra; los gremios no creen en ningún interlocutor, porque todos mienten para salir de la situación. La realidad es que la ganancia empresarial se perdió, porque el negocio está roto. No hay demanda, precios y el tipo de cambio irrisorio «, nos informaron minutos después de acontecida una nueva frustración al no realizarse la esperada cita.
Por su parte, el secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, brindó una conferencia de prensa en Madryn en la que confirmó que la suspensión del encuentro fue decisión de los sindicatos, ante la ausencia del mandatario provincial. “El gobernador está en Buenos Aires realizando gestiones para destrabar un conflicto que tiene origen en aguas nacionales y cuya resolución excede la competencia de la provincia”, explicó con claridad y certeza.
Arbeletche fue contundente al responsabilizar al Gobierno nacional por su inacción. “No se trata de un conflicto tan complejo de resolver. Las empresas dicen que la ecuación económica no les cierra, y los marineros aseguran que no pueden ser la variable de ajuste. Hay una tercera pata: el Estado nacional debe intervenir con las herramientas que tiene a disposición”, planteó.
Desde la perspectiva analítica, se impone una crítica severa hacia la actitud omisiva del sector gubernamental nacional, que persiste en regirse por normativas laborales anacrónicas, conservacionistas y marcadamente sesgadas por un prisma socialista; sin embargo, paradójicamente, adopta posturas basadas en modelos liberales que carecen de respaldo en la legislación vigente. Esta contradicción normativa desemboca en una expectativa irrealista, donde se delega en los actores privados la responsabilidad exclusiva de resolver y dirimir conflictos que, por su naturaleza, deberían ser abordados con una regulación coherente y actualizada. Tal disonancia no solo evidencia una desconexión entre el marco legal y las prácticas económicas, sino que también revela una falta de compromiso estatal en la construcción de un equilibrio justo y funcional entre las partes involucradas.
Entre las posibles medidas que podrían destrabar el conflicto, mencionó la reducción de retenciones, la revisión del derecho único de extracción y la disminución del impuesto a las ganancias para los trabajadores embarcados. “Con esos cambios, la ecuación económica podría volverse viable para las empresas y avanzaríamos hacia una solución”, sostuvo.
El funcionario lamentó que, pese a los reiterados pedidos, desde la Nación no se haya dado ninguna respuesta. “El silencio del Gobierno nacional es inentendible. Mientras tanto, tanto el gobernador Torres como su par de Santa Cruz, Claudio Vidal, están en llevando propuestas concretas. Pero del otro lado sólo hay indiferencia”, concluyó.
En un clima de creciente frustración y con el inicio de la temporada cada vez más comprometido, el conflicto pesquero amenaza con escalar si no se activa, de forma urgente, una instancia nacional que permita destrabar el estancamiento y reactivar una de las actividades más importantes para la economía del litoral patagónico.