Brotó de la conferencia “Nuestro Océano”, que se celebra por estos días en Washington DC, Estados Unidos, un nuevo llamado para terminar con los subsidios y sus efectos en la industria pesquera.
La Argentina, representada por el subsecretario de Pesca, Tomás Gerpe, y otros doce países firmaron un documento donde acuerdan trabajar en conjunto para ponerle fin a ese tipo de estímulo económico en el sector y llevar la propuesta a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Además de nuestro país, la lista de adherentes incluye a los Estados Unidos, Canadá, Chile, Australia, Colombia, Nueva Zelanda, Noruega, Papúa Nueva Guinea, Perú, Singapur, Suiza y Uruguay.
La iniciativa está en sintonía con lo marcado por Naciones Unidas, ya que el organismo propuso terminar con los subsidios a la pesca para el año 2020.
“Los subsidios, que se estiman en unos 10 billones de dólares anuales, crean significativas distorsiones en los mercados globales y son una contribución para la sobrepesca”, remarcaron los dirigentes tras el encuentro en los Estados Unidos.
Entienden que no son compatibles con la sustentabilidad de los océanos y que contribuyen a fomentar la Pesca Ilegal, no Declarada y no Reglamentada.
Por caso, según denuncia la organización ecologista Greenpeace, China cuenta con 2.500 buques de pesca y los subsidios que entrega a las flotas de aguas profundas promueven el exceso de esfuerzo.
La Argentina conoce de cerca la problemática a partir de lo que sucede todas las temporadas de calamar en la Milla 201, con buques faenando bajo el impulso de combustible subsidiado.
Otra señal negativa la dieron los representantes de Japón y los países de la Unión Europea, quienes no estuvieron en la conferencia de prensa donde se anunció la iniciativa.
Un desafío
“La conservación y la sustentabilidad de nuestras pesquerías es un desafío que enfrenta la comunidad internacional”, advierte el documento firmado por los 13 países.
Al mismo tiempo, recuerda que la FAO estima que el 31 por ciento de las pesquerías están en riesgo biológico y aproximadamente el 58 por ciento ya están en su tope máximo de explotación.
En buen parte de la comunidad internacional existe conciencia del impacto que tiene la actividad en la economía. En el mundo, más de 50 millones de personas tienen como medio de sustento la pesca y la acuicultura.