Parece haberse agotado la paciencia de los armadores costeros. En la tarde de este lunes y luego de realizar una asamblea con afiliados, la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera desplegó banderas negras como señal de protesta ante la difícil situación que atraviesa el sector.
En paralelo, la entidad se declaró en emergencia económica y denunció el acuerdo que había alcanzado en diciembre pasado con autoridades de Nación, Provincia y el Municipio. En aquella oportunidad, vale recordarlo, la intervención directa de la gobernadora, María Eugenia Vidal, evitó que regalaran pescado en la banquina chica.
“Ya pasaron seis meses desde la firma del Acuerdo Programático que suscribimos junto a diversas cámaras empresarias y gremios, pero no asoman medidas que motoricen la actividad”, explicó el gerente de la Asociación, Sebastián Agliano.
Desde la óptica de los pescadores, en este tiempo sólo se pudieron generar diagnósticos sobre política pesquera, situación impositiva, infraestructura portuaria y esquema laboral; pero no se implementaron acciones para resolver los problemas.
La implementación de la tarjeta Pactar Pesca, por caso, se hizo con montos insuficientes para la dimensión de esta industria y con un nulo esquema de promoción; es decir, pocos negocios se adhirieron y sólo cuatro firmas la suscribieron.
Los armadores pretenden que los funcionarios de todos los niveles intervengan, aplicando medidas concretas que devuelva un piso de rentabilidad. Hoy, la suba de costos operativos y el estancamiento en los precios del pescado hacen inviable el trabajo, de acuerdo a esa mirada.
Agliano detalló a manera de ejemplo que siguen pagando el gasoil a valor de surtidor; es 16.30 pesos por litro. Mientras tanto y pese al proceso inflacionario, diversas especies registran valores de venta en muelle similares a los del año pasado.
“Desde hace más de un año que venimos reuniéndonos con representantes de Provincia y Nación para trasladar las principales problemáticas de la flota, pero la situación no da para más. Hoy lo estamos viendo en la gran migración de barcos locales, que se van al sur para pescar langostino. A eso se suma el cierre o reducción de actividad en las plantas de tierra”, agregó Agliano.
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La postura de los armadores ya fue expuesta en la reunión que tuvieron semanas atrás con el subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca provincial, Miguel Tezanos Pinto, y el director de Pesca, Miguel Dobarro.
De no mediar soluciones en lo inmediato, desde la Asociación proyectan realizar una excursión náutica para exponer la situación de crisis frente a la costa de la ciudad. Mientras tanto, decidieron abrir un compás de espera por 48 horas, donde habrá nuevas reuniones con autoridades.
Medidas que podrían implementar para recuperar la competitividad de la flota costera:
– Eliminar todos los impuestos a los insumos de a bordo.
– Actualizar todo marco regulatorio de la actividad.
– Fijar una nueva política para tener bases científicas sólidas.
– Aplicar una fiscalización moderna, simple y eficiente.
– Disminuir la carga burocrática.
Medidas de mediano y largo plazo
– Alentar la recuperación de los mercados en los que se comercializa el variado costero.
– Fijar políticas que incentiven la toma de personal en tierra.
– Contener la importación de conservas y fomentar la recuperación de esta industria.
– Bajar a valores internacionales los costos de logística e infraestructura portuaria.
– Asistir financieramente para una paulatina modernización de la flota.
– Promover y diseñar sistemas de asistencia informática para comercialización, tanto industrial, como de retail, que tengan inserción en todo el territorio nacional.