En la mañana de este sábado fue botado el buque costero “Don Franco” en instalaciones del astillero Contessi, el número 122 de la casa. Cerca de las once, la unidad bajó serenamente a las aguas del puerto local.
Se trata de un prototipo versátil identificado como 19 AC. Mide 20,8 metros de eslora; 6,6 de manga moldeada; y 3,18 de puntal moldeado; es decir, muestra características similares a las de sus predecesores “Altar”, “Trabajamos” y “Virgen del Milagro”.
El “Don Franco” reemplazará al “Galme I”, aquel costero también construido por Contessi en 1972 que naufragara el 4 de enero de 2014 a unas treinta millas de Mar del Plata cuando trabajaba “a la pareja” con el “Libertad”.
En el acta 43/14, el Consejo Federal Pesquero ya había sellado la extinción del permiso correspondiente al malogrado “Galme I” y había aprobado la emisión de uno nuevo.
Se trata de la licencia con la que ahora operará el “Don Franco”, con 855 toneladas de todas las especies, salvo langostino. “Se le complementó el permiso con un porcentaje de otro barco para que tuviera mayor cuota”, explicó Domingo Contessi en diálogo con Pescare.com.ar.
La firma responsable es Pesquera Sulle Onde SA, con Gustavo Galeano como cara visible, quien vendió su casa de toda la vida para poder pagar una parte del proyecto. El resto de la financiación corrió por cuenta del astillero mediante un plan de 72 cuotas.
“Esto demuestra la voluntad y el compromiso de Gustavo, que arrastra una historia difícil en la actividad. Su padre, Franco, falleció en el naufragio del San Antonino II, ocurrido un 13 de junio de 1999 en circunstancias que hasta hoy son un misterio”, reflejó Contessi.
A pesar de haber perdido 2 barcos en naufragios, no dudaron en vender su casa para comprar otro barco y poder seguir pescando #DonFranco
— Ale Contessi (@alecontessi) abril 17, 2015
Luego, el directivo continuó: “… Hubiéramos preferido reemplazar a un barco como el Galme I, que ya había superado con creces su vida útil, antes que sufriera un siniestro; pero esta es la realidad que nos toca vivir”.
Como sostén del análisis recordó que el sector permanece olvidado, trabaja con una parte de la flota obsoleta, sin líneas de crédito, planes canje, ayudas o subsidios.
“Cuando el pescador reciba el respeto que se merece, cuando se le reconozca a la industria la importancia que tiene, quizá también se valore el trabajo de las industrias como este astillero y el aporte que hemos hecho con más de sesenta años trabajando”, expuso.
De cualquier manera, Contessi opera en un marco más favorable respecto a temporadas anteriores: tiene asegurado trabajo para el resto del año por la demanda que surge desde Rawson con el langostino y, paralelamente, logró un acercamiento con el Consorcio Portuario para regularizar el pago del canon por uso de suelo.