Diógenes Gutiérrez, un estibador de 60 años, dedicó dos décadas de su vida al trabajo en el puerto de Caleta Paula. Su compromiso y arduo esfuerzo fueron una constante en su vida, pero hoy su familia enfrenta una situación devastadora y dolorosa que refleja una profunda tragedia personal y una serie de omisiones inaceptables.
El pasado reciente, hace tan solo unos días atrás, trajo consigo una noticia desgarradora: Diógenes sufrió un grave accidente en el puerto que lo ha dejado en estado de muerte cerebral, como confirmaron sus hijos Dalma y Mario, en una entrevista ayer a las 21hs en Canal 2 Caleta Video Cable.
La noticia del último parte médico ha sido un golpe duro, y la decisión que enfrentan ahora es aún más difícil, por cuanto se debe decidir en desconectar a un ser humano que hoy, no tiene probabilidad de vida que no fuese estado vegetativo, es decir, el daño es irreversible.
La posibilidad de donar los órganos de Diógenes se ha presentado como una opción, pero los hijos se encuentran en una encrucijada emocional, debatiéndose entre la voluntad de su padre y la realidad dolorosa de decisiones inesperadas.
Dalma y Mario, con el corazón hecho pedazos, han tomado una decisión que refleja la complejidad de su situación.
A pesar que entienden el valor de la donación de órganos y cómo podría salvar otras vidas, han decidido que su padre debe descansar en paz, autorizando la desconexión. Expresan con dolor que, además de la tragedia personal, sienten que la negligencia en una sucesión de hechos que podrían haberse evitado, contribuyó a esta lamentable circunstancia.
La hija, Dalma, solicita al Director del hospital que se haga presente, argumentando que, aunque la Ley de donación de órganos establece ciertos protocolos, su padre nunca expresó explícitamente su voluntad de donar. Esta decisión, difícil y dolorosa, ha sido tomada en consenso con todos los familiares, quienes se sienten emocionalmente incapaces de proceder con la donación en estas circunstancias.
A la carga emocional se suma la dura realidad económica. Dalma y Mario revelan que, a pesar de la tragedia que enfrentan, no cuentan con ningún tipo de seguro ni pensión. La cruda verdad es que, según los dichos, » para las empresas, ellos son apenas un número en el sistema, nos sentimos abandonados, enfrentando esta dolorosa situación completamente solos «.
Mario, el hijo, exige justicia con fervor. También estibador en el puerto, expresa con orgullo el legado de su padre: » un trabajador dedicado y ejemplar «. La pérdida de Diógenes es un golpe profundo, y Mario no solo lamenta su muerte, sino también el sistema que permitió que su padre sufriera de manera tan injusta esta lamentable hecho luctuoso.
Dalma, en su dolor, clama por justicia, señalando que la tragedia no fue simplemente una fatalidad.
En medio de este tormento, Dalma y Mario se aferran a la memoria de Diógenes, buscando justicia y reconocimiento por el sacrificio de un hombre que dedicó su vida al trabajo, y enfrentan un futuro incierto con la esperanza de que su dolor y su lucha sirvan para prevenir futuras tragedias. La historia de Diógenes Gutiérrez no solo es un testimonio de su vida y trabajo, sino también un llamado urgente a la responsabilidad y a la seguridad en el entorno laboral.
Falleció, Diógenes Gutiérrez
(Actualizamos información). A media mañana de hoy miércoles 31 de julio 2024, desde Caleta Paula, familiares confirmaron que lamentablemente Diógenes Gutiérrez, el estibador que había sufrido el accidente en el puerto de Caleta Paula y tenía en vilo a la ciudad, falleció.
Los hijos piden justicia. Dalma su hija, expresó que hablaron con el Director del Hospital, y estaban esperando que la Jueza Dra. Marta Yáñez, de la orden de traslado para hacer la autopsia en Puerto Deseado, luego de explicar a familiares, que dicho procedimiento se debe realizar en esa localidad por contar allí con los instrumentos necesarios para llevar a cabo este examen y poder determinar con certezas las causas de la muerte, para ser posteriormente agregado como prueba al expediente, recordando que este accidente ya se encuentra judicializado.
Cuenta, Dalma, que su padre, ya había tenido un accidente en el puerto también de gravedad años atrás por eso tenían la esperanza de que pueda reponerse de este accidente, pero “al instante que le ocurrió, ya tenía muerte cerebral”.
Insiste con la “negligencia en el puerto y precariedad de primeros auxilios”, pidiendo justicia por esta situación.
Desde esta redacción lamentamos los hechos ocurridos, elevando una plegaria a Dios, para que Diógenes descanse en paz y, que sus familiares y allegados, puedan tener la armonía después de este lamentable pasar.