El inicio de 2014 volverá a tener como eje saliente las dificultades económicas que pesan sobre la industria pesquera local. Ni el cambio de año, ni la aceleración del ritmo devaluatorio, ya tocando los treinta puntos anuales, modifican la agenda empresaria.
Como muestra, desde distintas cámaras empresarias esperan la convocatoria al diálogo por parte de autoridades, en especial del nuevo ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación, Carlos Casamiquela.
El funcionario ya recibió un pedido de reunión por parte del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa) y la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa). El objetivo es transmitirle la situación que atraviesan.
A diferencia de su antecesor, Norberto Yauhar, Casamiquela en principio aparece como una figura más distante de la “realidad pesquera”. De allí que también la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (Cafrexport) le hizo llegar una solicitud de audiencia.
Será tarea del subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, acercar posiciones y favorecer la búsqueda de consensos.
Con matices, en el sector entienden que la aplicación de programas Repro y el otorgamiento de algunos créditos fueron insuficientes para devolverle competitividad a un sector, que como otras economías regionales, sufre el sostenido aumento de costos.
Si bien la operatoria se sostuvo a lo largo de 2013 y sin grandes conflictos, desde las pesqueras destacan el esfuerzo realizado para no paralizar la producción, aún cuando pudieran haberse presentado situaciones desfavorables.
Descomprimió un tanto el escenario la buena temporada de calamar y el año record del langostino, pero no fueron suficientes para corregir las distorsiones arrastradas desde 2008 por la brecha abierta entre inflación y paridad cambiaria.
En el horizonte de las empresas, además, asoma la discusión salarial, todavía sin techo en términos de porcentajes a partir de los aumentos otorgados por los propios estados provinciales, en algunos casos mayores al 50 por ciento, a sus respectivas fuerzas de seguridad.
Así, las empresas volverán a plantear la necesidad de generar condiciones macro que favorezcan la actividad mediante el recorte de retenciones, la agilización del retorno de impuestos y el fortalecimiento de las líneas de crédito, entre otros puntos.
Distintas cámaras empresarias alertan que los problemas de competitividad que arrastra la industria persisten. Esperan convocatoria de autoridades nacionales.
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