Enérgico rechazo de la Cámara que nuclea a los buques poteros. Es a raíz de la posibilidad de que embarcaciones de la flota china desembarque en Río Grande para recibir servicios.
Promediando el mes de julio del presente año, ya lo habíamos adelantado a través de nuestro portal cuando reflejamos que los buques que operan en la milla 201, buscan conexión logística continental en cercanías de la pesquería, algo que ya desde el año 2019 y por distintos medios y justificaciones vienen intentando. Bastará que algún funcionario firme una atrocidad semejante. Pero más grave aún, en este caso desde el sector privado nacional, -sin Patria ni Bandera-, ofrecen esa posibilidad ante el rechazo por completo de los principales actores de la pesca argentina, principalmente de las empresas cuya pesca objetiva está dirigida a la pesca del calamar illex a escasas millas de donde operan esta flota de buques cuyos puertos base se encuentran a más de 10.000 millas náuticas haciendo inviable la operatoria en caso de problemas logísticos -como los tienen hoy, con el colapso del dique seco Tsakos en Montevideo-.
Ahora, ante distintas versiones –fuertes por cierto- que el puerto de Río Grande, mediante un proyecto de ampliación de su puerto por parte del empresario Nicolás Caputo, pretende dar esos servicios a la parte de la flota china que depreda el Mar Argentino, la Cámara que nuclea a los barcos poteros de bandera argentina, salieron al cruce de la información.
La manifestación pública llegó a través del director Ejecutivo de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA), Ing. Darío Sócrate, quien en declaraciones periodísticas se opuso firmemente a que el puerto argentino que se proyecta en Río Grande (Tierra del Fuego), donde se evalúa la asistencia y el amarre de la flota de embarcaciones de bandera china que pescan calamar en el discutido e irrespetado límite de la milla 201.
La preocupación tomó más estado público a raíz de la publicación de un diario de tirada nacional, que tal cual lo manifestamos a través de PESCARE, comentaba las intenciones de las futuras autoridades portuarias de Río Grande y del puerto de Comodoro Rivadavia en la provincia del Chubut de brindar servicio a “esa flota de muchas luces prendidas que parecen ciudades y a todos les preocupa” tal los dichos de Sócrate.
Mediante una nota enviada al Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Dr. Carlos Liberman, a través de las Cámaras CEPA, CaIPA, CAPECA, CAPA, UDIPA, Asociación de Embarcaciones Costeras y Fresqueras, Cafrexport y CAPIP, le manifestaron:
“Llama la atención que se transformen en amigos a quienes debemos atender y prestarle servicio para que puedan operar más cómodamente. Se trata de empresas que no cumplen con la normativa argentina en materia pesquera y que efectivamente compiten con los productos argentinos en los mismos mercados, en muchos casos con situaciones de trabajo esclavo, incumplimiento de normas internacionales y generales”.
“Estaríamos fomentando una especie de usurpación del aprovechamiento de los recursos marinos argentinos” agregó ya que esos buques en muchos casos operan con licencias otorgados por el ilegítimo gobierno británico de Malvinas.
“Ni más ni menos que apoyar esa usurpación. Esperamos que el Gobierno argentino tome realmente las medidas del caso”, resumió firmemente, agregando que “entendemos que todas las provincias necesitan generar puestos de trabajo para su gente. Pero pretendemos que eso no tenga que ver con cuestiones que atentan contra el propio interés de la nación argentina”.
A entender del Ing. Sócrate “las más de 500 embarcaciones de bandera principalmente de China, pero también de Taiwán Corea, España, etc. no hacen pesca ilegal, aunque sí la ejercen sin regulaciones. El problema es que el mecanismo internacional de reglamentación establece que se acuerde entre todos los países ribereños. En el caso del Gobierno argentino, en virtud de la usurpación británica en Malvinas, sentarse a negociar es reconocerles su soberanía”, relató.
El representante de la Cámara sentenció que “la supuesta intención de Río Grande y Comodoro va a favorecer a la pesca ilegal, es dar servicio a los ladrones, no es ni más ni menos que eso. Fomentar una pesca en contra de nuestros intereses, que atenta contra la actividad dentro del mar argentino con normativa argentina”.
“No pretendemos que Río Grande tenga problemas de puestos de trabajo. Nos parece una locura que esos puestos de trabajo se generen con esa pesca ilegal, que incumple las normas argentinas” concluyó firmemente Sócrate.
Siempre con la esperanza que prime la cordura por los verdaderos intereses soberanos y económicos argentinos, sabemos que de esta gestión en la cartera de Pesca la posibilidad de una embestida de esta naturaleza queda desdibujada, a pesar de jugosos ofrecimientos de charteo a las empresas nacionales en contraprestación a esa remota posibilidad de instalarse en territorio continental. La persistencia y las formas de estos últimos meses ponen en alerta no solamente a CAPA sino a todo el sector de la actividad pesquera nacional, además, de la opinión pública que no negocia dulce por amargo.