Cómo evolucionarán los precios del pescado en el mercado mundial, según la FAO

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevé que la demanda de pescado seguirá creciendo en los próximos años, con precios también en alza, aunque condicionados por el avance de la acuicultura.
El consumo mundial de pescado per cápita se incrementó de 9,9 kilos en 1970 a 19,1 en 2012 y llega hasta los 21 kilos por habitante en Asia, Europa y América del Norte, regiones que vienen traccionando el mercado internacional.
En este marco, el organismo proyectó: “Los precios del pescado en 2022 serán un 27 por ciento más altos que hoy en el escenario de referencia de la FAO, pero hasta un 20 por ciento más bajos si la acuicultura se expande más rápidamente, sobre todo en Asia y África”.
Los detalles están contenidos en un nuevo estudio dado a conocer esta semana en Roma, Italia, donde tendrá lugar la 2ª Conferencia Internacional sobre Nutrición entre este miércoles y viernes.
En términos de consumo humano directo, el cultivo de peces superó en 2014 a la pesca de captura, la cual se estabilizó a mediados de la década del ochenta; aunque ahora se espera que crezca un 5 por ciento durante los próximos diez años.

En la consideración de los expertos, ese pequeño salto obedecerá en parte a la reducción de los desperdicios, así como a una baja en las capturas incidentales y una mejora general en la gestión de las pesquerías.
Por su parte, se estima que la acuicultura incrementará su producción hasta un 4,14 por ciento anual de aquí al 2022, un número más alto del proyectado a principios de año en un informe conjunto de la propia FAO y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Las razones pueden ubicarse en el aumento de las inversiones, sobre todo en tecnologías para mejorar la productividad, que incluyen el uso del agua, el mejoramiento genético, las prácticas en los criaderos y la innovación en la alimentación de los peces.
En ese mismo sentido, la FAO sugiere que el aumento de la demanda de harina de pescado -debido a las necesidades de la acuicultura- no tendrá un gran impacto sobre los precios, ya que se están desarrollando alternativas, como los alimentos a base de proteínas vegetales.