Existen numerosos estudios de carácter científico sobre la temperatura del mar y el comportamiento de las especies pelágicas. Los investigadores han llevado a cabo investigaciones en diferentes áreas y utilizando diversas metodologías para comprender mejor la relación entre la temperatura del agua y las especies pelágicas. A continuación, se presentan algunos ejemplos de estudios universitarios relevantes en este campo:
1).- Estudios de observación y seguimiento: Los científicos han realizado estudios de observación a largo plazo para monitorear las variaciones en la temperatura del mar y sus efectos en las especies pelágicas. Utilizando tecnología como boyas oceanográficas, satélites y etiquetado de animales, han recopilado datos sobre la distribución, la migración y el comportamiento de estas especies en relación con las variaciones térmicas.
2).- Experimentos en laboratorio y en el campo: Los investigadores han llevado a cabo experimentos controlados tanto en laboratorios como en el campo para estudiar los efectos de la temperatura en las especies pelágicas. Estos experimentos pueden incluir la exposición de organismos a diferentes temperaturas y la observación de cambios en su comportamiento, fisiología y reproducción.
3).- Modelos matemáticos y de simulación: Los científicos también utilizan modelos matemáticos y de simulación para comprender cómo las especies pelágicas responden a los cambios en la temperatura del mar. Estos modelos pueden incorporar datos de observación y experimentos para predecir los posibles efectos de los cambios futuros en la temperatura del agua en la distribución y el comportamiento de estas especies.
4).- Análisis de datos históricos: Los investigadores han recurrido a la recopilación y análisis de datos históricos para estudiar las tendencias a largo plazo en la temperatura del mar y la respuesta de las especies pelágicas. Al examinar registros oceanográficos y datos de pesca, por ejemplo, pueden identificar patrones y cambios en las poblaciones de especies pelágicas en relación con las fluctuaciones térmicas.
Estos son solo ejemplos de enfoques utilizados en estudios biológicos y científicos sobre la temperatura del mar y el comportamiento de las especies pelágicas. La investigación en este campo es diversa y abarca una amplia gama de disciplinas, como la oceanografía, la biología marina, la ecología y la modelización ambiental. Los resultados de estos estudios son fundamentales para comprender y gestionar adecuadamente los ecosistemas marinos y las especies que dependen de ellos, pero también sirve para detectar modelos en los cuales las condiciones del mar sean compatibles a la etapa de su vida. El objetivo, es saber donde ir a buscar.
Los cambios en la temperatura del agua pueden tener varios efectos en las especies pelágicas, que son aquellas que habitan en la columna de agua abierta de los océanos y mares. Estos efectos pueden variar dependiendo de la especie y de la magnitud y rapidez del cambio de temperatura. A continuación, se mencionan algunos posibles impactos:
- Distribución y migración: Las especies pelágicas tienden a moverse en busca de temperaturas óptimas para su supervivencia y reproducción. Si la temperatura del agua aumenta o disminuye significativamente, las especies pueden desplazarse hacia aguas más frías o más cálidas, respectivamente. Esto puede alterar su distribución geográfica y causar cambios en las rutas de migración.
- Metabolismo y fisiología: La temperatura del agua influye en el metabolismo de las especies pelágicas. Un aumento de la temperatura puede acelerar las tasas metabólicas, lo que puede llevar a una mayor demanda de alimento y energía. Esto puede afectar el crecimiento, la reproducción y la supervivencia de las especies. Por otro lado, una disminución de la temperatura puede ralentizar los procesos metabólicos, lo que podría afectar la capacidad de búsqueda de alimento y la reproducción.
- Disponibilidad de alimento: Los cambios en la temperatura del agua también pueden influir en la disponibilidad de alimento para las especies pelágicas. Estos organismos dependen de fitoplancton, zooplancton y otros organismos marinos como fuente de alimento. Alteraciones en la temperatura pueden afectar la productividad y la distribución de estas comunidades, lo que a su vez puede impactar la disponibilidad de alimento para las especies pelágicas.
- Interacciones y cadena alimentaria: Las especies pelágicas están interconectadas en una compleja red trófica. Los cambios en la temperatura del agua pueden afectar la estructura y la dinámica de esta red, alterando las interacciones entre las especies. Por ejemplo, un aumento de la temperatura podría favorecer la proliferación de especies competitivas o depredadoras, alterando así la abundancia relativa de otras especies en la cadena alimentaria.
Es importante destacar que los efectos de los cambios en la temperatura del agua pueden interactuar con otros factores ambientales, como la disponibilidad de nutrientes, la salinidad y la acidificación del océano. Además, cada especie pelágica puede tener diferentes tolerancias y capacidades de adaptación a los cambios ambientales, lo que puede influir en su respuesta a las fluctuaciones de temperatura.
Por ejemplo en la caballa, cuando la temperatura del mar en superficie es igual o superior a 19 °C (temperatura límite), decrece la densidad de caballa en el área de pesca. Esto es debido al movimiento de los cardúmenes en dirección a la plataforma. Entre las posibles causas de esta migración estaría la finalización de la época reproductiva en la zona costera, la que es acompañada por un aumento de la temperatura del mar en superficie. Esta alta temperatura del agua en la costa después del desove favorece el desarrollo de los huevos y el crecimiento larval de la caballa, tal como lo indica la presencia de estos estadíos de desarrollo en la zona costera y como ha sido demostrado para la caballa a lo largo de los estudios del INIDEP.
Los patrones de migración descriptos son similares a los mencionados para Scomber japonicus que habita las Islas Canarias.
El conocimiento de los mismos para la caballa argentina durante la época reproductiva en relación con la temperatura del mar tiene importantes implicaciones pesqueras. Cuando la temperatura alcanza los 19 ºC en la zona costera, coincide con la migración de los cardúmenes de caballa fuera de la costa; estos desplazamientos determinan cambios en su distribución espacial, que es más dispersa. Esta situación origina un incremento de los costos de búsqueda de la flota. En estas circunstancias los retornos económicos producto de las capturas son mínimos. El 50% no alcanza los 0,6 U$S/minuto en cada salida y por lo menos el 25% de las salidas producirían pérdidas. Por lo tanto, teniendo presente la evolución de los beneficios económicos y el ciclo térmico a lo largo de la temporada de pesca, se propone que durante el mes de enero, cuando es frecuente que las temperaturas en el mar alcancen o superen la temperatura límite (rango entre 18-23 °C y promedio de 21 °C, Perrotta et al., 2000), las
embarcaciones eviten las salidas a la pesca de caballa cuando el agua alcanza la temperatura límite, disminuyendo así los costos de operación y evitando pérdidas económicas.
En cuanto a la otra especie, la anchoita, una de las principales afectaciones del cambio en los gradientes de temperatura incide en las poblaciones de estas especies.
Principalmente en estados larvales y efectividad de reproducción de huevos fecundados. Estos peces, las anchoas, necesitan un rango estrecho de temperaturas para reproducirse y, cuando el agua se calienta, contiene menos oxígeno. “Si las especies no pueden migrar fácilmente a aguas más frías, sus comunidades ecológicas terminarán dominadas por especies pequeñas, lo que podría ser un grave problema para la industria pesquera local”, advirtieron los investigadores, mientras las capturas en aguas más frías gozan de mejor tamaño y calidad.