Contrariamente a lo que se presuponía la Costa Atlántica, principalmente Mar del Plata, se atestó de turistas para disfrutar de un fin de semana de los que se denominan “XXL”.
Desde hace varios días el sector hotelero y gastronómico no veía con mucho optimismo la llegada de visitantes a las principales ciudades balnearias argentinas dado el contexto económico retractivo actual.
Un relevamiento entre los días lunes y miércoles por parte de PESCARE con la administración y los propietarios y encargados de los locales gastronómicos del puerto de Mar del Plata marcaban justamente eso: no había mucha expectativa, aunque el miércoles por la noche pareció cambiar los gestos preocupados con la llegada de los primeros visitantes.
Como es tradición en la feligresía católica, durante la conmemoración de la Semana Santa se come pescado como símbolo de sacrificio a raíz de la muerte de Jesús en la cruz, ya que entregó su propia carne, le explicó no hace mucho tiempo el emblemático cura párroco de la iglesia Sagrada Familia Miguel Cacciutto a esta redacción.
No es novedad que el consumo de pescado en nuestro país es muy bajo con referencia a otros y sobre todo a las recomendaciones que brinda la Organización Mundial de la Salud, la que sugiere que debería ser al menos tres veces por semana para mantener una dieta saludable, algo que en la Argentina es totalmente impracticable por varios motivos.
La falta de cultura sobre el consumo, sobre todo en la enseñanza de los menores en hogares y establecimientos escolares, hacen que la carne vacuna, porcina o de aves sea lo más consumido, a pesar de las intensas campañas que se han realizado para incentivar el consumo hogareño, no ha dado los resultados esperados. La gente no sabe cocinar el pescado y los mariscos abundantes de nuestro mar y por otro lado, tampoco se tiene el tiempo para poder hacerlo en una lucha implacable por la administración de tiempos para la subsistencia por estas épocas.
En la recorrida habitual por la banquina de pescadores y los muelles, el sondeo tampoco fue muy positivo con respecto a la venta de pescados y mariscos crudos. “No se venía vendiendo y encima estamos a fin de mes, eso también perjudica”, comentó uno de los empleados de una pescadería a la vez que colocaba unos filetes de merluza de un aspecto envidiable y que se comercializa a $ 5.500 el kilogramo.
“Hemos vendido un poco más este año de lo que llamamos ‘mix de mariscos’, que puede servir tanto para hacer una paella o una cazuela. Eso ya está congelado y es muy fácil de cocinar, ese tenemos el kilo a $ 8.000 ”, continuó su charla Germán con este medio.
Los precios varían de acuerdo al lugar donde se expende: en las pescaderías céntricas o en zonas cercanas a la calle Güemes el valor es algo más alto que en la propia banquina de pescadores, donde las tres pescaderías exhiben sus productos y ofrecen a los clientes las promociones que dan los bancos a través de las billeteras virtuales y le da un “plus” a quienes desean llevar tanto mariscos como pescados, ya que “se lo prepara para viaje, lo ponemos en cajas térmicas con la cantidad de hielo adecuado, que para ir de viaje es ideal y puede durar hasta doce horas tranquilamente”.
Distintas variedades de pescados salados en pencas, también tienen buena salida, sobre todo porque son más accesibles, como el pez gallo, o simplemente el pez palo (tan nombrado por estos ultimos tiempo en los partes de pesca, pero de muchísimo menor cantidad en las descargas reales en el muelle 10 y espigón 1) ronda los 4.500 $/Kg.
Siempre la vedette del consumo de pescado de parte de los visitantes son las rabas, habito que se impuso por sobre los mejillones a la provenzal desde hace algunos años, las que pueden variar de acuerdo a cómo se adquiera el calamar (tubo, entero, o ya cortado en aros y tiernizado con aditivos DPA Austral ), precios que van desde los 4.5$/Kg el entero a los 9.500 $/Kg. el procesado.
Por su lado los restaurantes que se dedican exclusivamente a la cocina especializada en pescados y mariscos en el puerto marplatense ofrecen distintas promociones.
“Tenemos para todos los bolsillos. La porción de rabas sola, sale $9.000, pero siempre la acompañamos con alguna promoción, que puede ser una cerveza, con eso hacen una picadita o comen dos personas. Esa promocion hoy la tenemos a $16.000 y entiendo que la vamos a mantener durante toda Semana Santa”, le contó Carlos a a nuestro periodista mientras acomodaba su cabellera blanca.
“Pensamos que se iba a vender más a otras ciudades e incluso a pescaderías de Mar del Plata y la zona, pero tenemos mucho pescado que no se vendió ni se va a vender en los próximos días”, mientras participaban de un café en la heladería del centro comercial.
Muchos apuntan a la economía muy acotada que tiene hoy el ciudadano de a pie para hacer compras que pueden parecer “un lujo” y pagar $12.000 un kilo de langostinos enteros, algo que se contrapone con la constante llegada de visitantes que ingresaron desde las primeras horas del jueves a la Costa Atlántica.
La expectativa sigue siendo alta en torno a las ventas en distintos comercios, fundamentalmente en el sector gastronómico, aunque no accesible para cualquier bolsillo. “Acá, comiendo muy bien, tomando un vino de mediana calidad y sin postre, tenemos que pensar en una mesa para cuatro personas que va a rondar los 100 mil pesos. Pero la calidad es óptima. Venís y vas a seguir viniendo”, nos “vendió” Gabriel en la puerta del restaurante en el que es mozo, mientras que agrega que la salida, si se le agrega un cafecito en otro establecimiento, “hay que sumarle 10 ‘luquitas’ más, casi 2 sale el café y no hay que olvidarse de la propina”, bromea el camarero cincuentón que tiene mas de oficio que de edad.
El miércoles, luego de seis días feriados, será el momento de hacer el balance donde se confrontarán los números del consumo de los que llegaron a la costa, los que pudieron hacer una salida viviendo en Mar del Plata y los otros, los que no han podido ni siquiera comprar un kilogramo de filete de pescado.