El último lunes finalizó la marea del buque de tipo palangrero Argenova XIV, en la cual se había puesto en marcha el plan de marcación de ejemplares de merluza negra (Dissostichus eleginoides) ubicados en el sector norte del talud en el Mar Argentino.
A raíz de información que tiene que ver con los movimientos migratorios y aspectos reproductivos, se ha incrementado el conocimiento biológico-pesquero de la especie procedente del sector norte, desde el paralelo 42º Sur, una zona que en la actualidad es muy poco concurrida por la flota.
La especie posee una gran ampliación de distribución en el Océano Atlántico Sudoccidental, desde los paralelos 37º hasta los 56º sur de latitud, ubicado sobre el talud y la plataforma continental.
Este tipo de programas que tienen que ver con el marcado y la recaptura constituyen una herramienta de mucha utilidad para poder adquirir información acerca de los movimientos de la especie.
En el lapso que duró la marea que realizó el barco palangrero se realizaron marcas en 47 ejemplares de hasta 100 cm. de longitud total. La mayor cantidad de los ejemplares que fueron marcados son menores a 82 cm., es decir que corresponden a juveniles. Se debe destacar que cada ejemplar fue manipulado de modo tal para que se minimice el estrés que pueda producirse producto de la operación.
Hay que destacar que estas acciones se encuentran dentro del PROME, que es el Programa de Mejoramiento de las pesquerías y que se encuentra en vigencia desde comienzos del año 2021.
Reseña Merluza Negra
La merluza negra es un róbalo de fondo y también es denominada bacalao de profundidad o bacalao austral. Es una especie zoológica de merluza que pertenece a la familia de los nototénidos y posee una coloración gris oscuro y tiene una longevidad que puede llegar hasta los 70 años de vida.
La merluza negra, es una especie muy buscada y como tal, de difícil administración para las autoridades. En efecto, el mayor riesgo es su alto valor comercial. Es un plato muy cotizado en restaurantes de Japón, Estados Unidos o Europa.
Su atractivo precio en el mercado mundial lleva a la exploración en zonas de grandes profundidades.
Esta especie habita entre los 800 y 3000 metros de profundidad y en fondos franco rocosos, se los puede pescar con redes con maniobras cercanas a paredes en caída libre sobre el sur de Isla de Los Estados, donde el talud, en pocas millas pasa de los 300 metros a los 4000m. Su captura fuera de la ZEEA se la realiza con palangreros de hasta 30000 anzuelos, con espineles 20 kilómetros de longitud.
Los mayores ejemplares superan la estatura humana y los 100 kilos de peso. A partir de los 10 años, esta especie, alcanza la madurez sexual con una baja tasa de reproducción. No resultan prolíficos, pero sí longevos, se habla de ejemplares que alcanzaron los 70 años de edad, aunque el promedio rondaría las tres décadas de vida.
El volumen de extracción anual mundial ronda unas 45.000 toneladas, en franco retroceso en los últimos 30 años, (valor de pesca oficial, sin contar buques que ejercen pesca ilegal) de las cuales nuestro país aporta unas 3.200 toneladas, capturadas por menos de una decena de buques que descargan esta especie, entre ellos, los buques congeladores Centurión del Atlántico, Argenova XXI y el Echizen Maru, siendo en ese orden las totalidades contabilizadas.