La actividad de los barcos congeladores, tanto los merluceros como los dedicados a langostino, continuará siendo normal al menos hasta el cierre de julio a partir de la medida que ayer dictó la Secretaría de Trabajo de la Nación.
Frente a la falta de acuerdo entre el Somu y las cámaras empresarias Cepa, Capeca y Capip en torno al aumento salarial, la cartera dispuso extender la conciliación obligatoria por diez días hábiles más, con la posibilidad luego de sumar otros cinco.
Vale recordar que el pasado 5 de julio, el sindicato había dictado un paro por tiempo indeterminado para la flota congeladora. La medida incluía a buques de todas las cámaras y a los independientes. Después, la primera conciliación obligatoria la dejó sin efecto.
Los representantes de las partes volvieron a reunirse ayer en la sede de la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo; pero el encuentro no logró acercar posiciones. Por lo tanto, se pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes.
Particularmente desde Cepa le ofrecieron al gremio replicar el acuerdo que la cámara suscribió días atrás con el Simape y que ya fue incorporado al expediente. La actualización de ese convenio incluye un aumento remunerativo del 35 por ciento retroactivo al mes de abril.
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Para la entidad que conduce Raúl Durdos, la cifra es insuficiente. Reclaman un porcentaje mayor con el objetivo, según argumentan, de compensar la merma del poder adquisitivo registrada durante el año pasado a partir de los altos índice de inflación.
“No están considerando el aumento del 70 por ciento que tuvo el dólar el año pasado y que impacta en la liquidación de los haberes de los marineros”, apuntan desde las empresas locales; mientras aseguran que insistirán con las condiciones ya puestas en la mesa de negociación.