La actividad económica sufre las consecuencias del coronavirus. Particularmente, la industria pesquera afronta diversas problemáticas aún estando considerada oficialmente una actividad esencial y que por lo tanto debería transitar un carril de mayor normalidad.
El impacto más evidente de la pandemia es la paralización de la flota. La zarpada de costeros, fresqueros y congeladores está frenada en el puerto local por las medidas dispuestas por el Simape, Somu, Centro de Patrones y Siconara.
Los gremios marítimos acordaron un protocolo sanitario para permitir que la faena continúe; pero al momento de ratificarlo ante el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Pesca pretendieron modificarlo.
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La medida afectará al circuito productivo más temprano que tarde. Por ahora, la cadena del fresco se está abasteciendo con los barcos que completaron marea en los últimos días; pero proyectar la actividad para las próximas semanas es una quimera.
“Estamos preocupados (…) En principio, la flota parada complica todo porque al no tener continuidad, va a haber mucha gente que no va a poder trabajar en las plantas (de procesamiento). Empresas y personal van a tener menores ingresos”, evaluó el presidente de Cafrexport, Fernando Mellino.
Condiciones de trabajo
Ante la consulta de Pescare.com.ar, el dirigente empresario se manifestó en favor de generar las condiciones de seguridad necesarias y hacer los controles en muelle como para que los tripulantes puedan cumplir sus tareas a bordo.
“Eso sería bueno para la economía de la ciudad y para poder abastecer al mercado interno con pescado fresco. Si bien hay productos congelados disponibles, es importante el hecho de que haya fresco y pueda llegar a la pescadería”, dijo.
De todas maneras, los establecimientos de tierra sufren también por la reducción de personal. El porcentaje de ausentismo es variable: “En mi caso, tengo una reducción del 30 por ciento”, apuntó Mellino en relación a la pesquera 27 de Noviembre.
La planta licenció a los mayores de 60 años. Del mismo modo, no operan los obreros que manifestaron algún síntoma o condiciones de riesgo. Además, se generó un protocolo en las mesas de corte con el objetivo de mantener distancias mínimas.
Liquidación de exportaciones
En otro orden, la falta de actividad bancaria está impidiendo liquidar exportaciones, según manifiestan en el sector: “Creo que el Gobierno de alguna forma va a tener que intervenir y generar algún tipo de solución a esto”, agregó Mellino.
Del lado del comprador, naturalmente, también se acumulan dificultades económicas y de liquidez para hacer frente a los compromisos asumidos. La parálisis en Italia o la más incipiente en Estados Unidos grafica el estado de los mercados en estos tiempos.
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