En la provincia de Corrientes, en la localidad de Santa Ana, a unos 20 kilómetros de la capital provincia, funciona el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola –CENADAC- que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Este centro está dedicado al desarrollo de tecnologías acuícolas, la adaptación de las mismas a nuestro país, transferencia de tecnología a los productores acuícolas, capacitación de profesionales, técnicos y productores, asistencia a productores y gobiernos provinciales y municipales en el tema de acuicultura, además de difundir sus experiencias a través de publicaciones, asistencia a congresos, talleres y jornadas.
Se trata de un centro experimental y científico que cuenta con una sala de reproducción o hatchery.
Cuenta también con una sala de fabricación de alimento balanceado, fabricado específicamente para tal fin. Posee un laboratorio de calidad de agua y otro de química, contando además el Centro con una sala de faena, un sector de ahumadero, tanques bajo media sombra, estanques excavados en tierra, tanques australianos, un sector de acuaponia, un auditorio, biblioteca y oficinas.
La sala de reproducción o hatchery es utilizada para la preproducción de peces y está preparada para trabajar con alevines, a la vez que está equipada con una línea de vasos de incubación sobre bateas para alevinaje, acuarios reproductores y bateas cuadradas y circulares que son usadas tanto para experiencias con alevines, como para algunas que requieren mayores cuidados o con un número de peces reducidos, donde además se realizan estudios de digestibilidad en peces.
El sitio posee una sala de fabricación de alimento balanceado, que consta de tres sectores: uno de elaboración del ensilado y fabricación del alimento pelletizado, otro de fabricación de alimento extruído y un depósito de harinas e insumos.
El alimento pelletizado o pellets es superior al alimento en escamas ya que es más denso en nutrientes y mucho más estable en el agua, proporcionando la nutrición necesaria.
Por su lado el alimento extruído es aquel que ha sido sometido a una equipo llamado extrusora mediante el cual los ingredientes son sometidos a un proceso térmico para mezclar y homogeneizar los componentes, que con un sinfín de muy bajas vueltas y altísimas presiones, genera el alimento balanceado símil al balanceado de canes y gatos.
En la “recorrida” por el CENADAC se encuentran espacios que poseen una serie de tecnologías que son requeridas para los distintos trabajos, donde funciona un laboratorio de calidad del agua y de química donde se realizan precisamente análisis químicos de alimentos, estando a cargo de un ingeniero químico quien se encarga de los aparatos con los que cuenta la institución, utilizando microscopios y lupas para realizar estudios de diversa índole tanto a las larvas como a los peces.
Buscando difundir la actividad acuícola que continúa con un importante crecimiento en nuestro país a través de diversos emprendimientos, el Centro utiliza su auditorio, biblioteca y SUM para brindar cursos de capacitación o bien para realizar jornadas con el fin de difundir la actividad a través de especialistas, que apoyados por el importante material científico es utilizado por los técnicos y visitantes interesados en la acuicultura.
La sala de faena cuenta con un exclusivo sitio para poder enseñarles a los pasantes el procesamiento de los peces, mientras que el ahumadero con el que cuenta el Centro es de tipo artesanal y al igual que la mencionada sala también sirve para transmitir conocimientos a aquellos que se inician en la actividad.
Al no ser tareas de sencillez ni ser tan habituales, ya que se le comenzó a dar gran difusión desde hace poco tiempo en nuestro país, hay muchos sectores que están en pleno crecimiento. En el lugar se realizan ensayos en tanques de cemento y de lona bajo media sombra con el fin de probar distintos sistemas de cultivo y en distintos medios para poder asesorar a los productores, buscando así no solo utiliza estanques excavados en tierra sino también con otras modalidades, cumpliendo roles similares.
Precisamente los estanques excavados en tierra en el CENADAC son 36 y que poseen distintas dimensiones, donde van desde los 300 metros cuadrados hasta los de media hectárea, con suelos de arcillas muy plásticas, lo cual resulta ideal para la práctica de la acuicultura porque no requieren de la impermeabilización de los estanques para conservar el agua.
Desde el tanque australiano instalado en el lugar, se suministra el agua a todos los estanques y para contar con el caudal necesario hay dos bombas sumergibles instaladas en él.
El suministro de agua cuenta con dos bombas. Una de ellas que alimenta un tanque de agua general que alimenta los laboratorios, baños de la sede aulas, viviendas, sala de faena y de fabricación de alimentos y los tanques bajo media sombra.
Complementan el Centro un sector adecuado y donde se realiza acuaponia, actividad que consiste en el cultivo de peces y vegetales al mismo tiempo.
Lugares poco conocidos de la Argentina, donde se busca multiplicar los emprendimientos a través de la Dirección Nacional de Acuicultura de la Nación que conduce el Lic. Guillermo Abdala Bertiche y que como en sitios como el INIDEP tiene su fase experimental pero que a través de algunas provincias van teniendo un importante desarrollo para conseguir proteínas alimentarias que puedan continuar vendiéndose a nivel internacional. La zona tropical de Argentina podría favorecer a emprendimientos de mayor magnitud para cultivo de especies con fuerte crecimiento en la demanda mundial de los últimos años, como es el cultivo de langostino. Una materia pendiente en nuestro pais que habrá que pensar seriamente, cuando este año entre China, Estados Unidos y España, en un cuatrimestre llevan importados de Ecuador, alrededor de 250.000Tn.