El último debate presidencial de cara a las próximas elecciones una vez más dejó afuera a un sector que espera respuesta y asistencia, no económica, sino de políticas que puedan ayudar a mejorar.
Si bien el métier de nuestra editorial no es la política en sí, no podemos dejar de lado las dos horas que tuvo un rating televisivo que perforó los 48 puntos, donde “a la gente que le interesa el país” (como decía un viejo spot publicitario) estuvo pendiente en la medida de sus posibilidades.
Queda un sabor casi amargo para aquellos que trabajamos, vivimos y sentimos la actividad pesquera y la naval.
Ninguno de los dos candidatos ni siquiera esbozó unas palabras sobre el sector pesquero, del cual muchos funcionarios se jactan de los 2.000 millones de dólares de exportaciones con rentabilidad negativa, mucho menos sobre la industria naval.
Una verdadera decepción que no se mencione ninguno de los problemas que atraviesa una industria que solo en Mar del Plata, involucra unas 100 mil personas.
Se llenan la boca en campaña hablando sobre la “milla 200”, se organizan congresos donde se expone sobre cosas que son rayanas con la incongruencia, el despropósito y el desconocimiento, como señalamos desde la editorial del día domingo.
Un sinfín de temas no estuvieron en el debate presidencial, ergo no están en la cabeza del próximo presidente y mucho menos en la de sus numeroso equipos de asesores, seguramente un poco por desconocimiento pero también hace percibir algo de desidia.
La actividad pesquera continúa en descenso. Y no dicho por el sector privado, sino de manera oficial con números oficiales, como lo marcó el INDEC hace pocas horas mostrando un 7,6%, de eso nada se dijo. Ni uno ni otro. Resumiendo: nada dijo al respecto el próximo Presidente de la Nación.
El atraso cambiario no fue tema de debate, pero mientras tanto lo padecen desde los astilleros para nuevas construcciones y para reparaciones. Ni hablar de lo que padecen las empresas pesqueras, muchas de ellos trabajando a pérdida para no tener que bajar sus persianas y dejar a miles de trabajadores sin su sustento.
Queda la horrible sensación que al próximo presidente argentino no le interesa lo que pasa en las cinco provincias con litoral marítimo, donde más de medio millar de buques buscan un recurso que será procesado por habitantes de este mismo suelo y que en un 95% es exportado, con el agravante que de esas exportaciones (a un dólar oficial irrisorio) el propio Estado percibe lo suyo. Tampoco de eso dijo nada el presidente que asumirá el 10 de diciembre próximo. Para razonarlo mejor: en menos de un mes.
Nos golpeamos el pecho hablando de “Vaca Muerta II”, de una nueva revolución industrial donde seremos sobrevolados por helicópteros que trabajaron para la actividad offshore y que nos inundará de dólares para el país en sí, pero de eso nada se dijo tampoco.
La analogía futbolera sería algo parecido a un “cero a cero” en un partido que empezó a las 21 un lunes a la noche. Acá el debate fue el domingo, pero bien vale la comparación.
¿Quién ganó el debate? Preguntan nuestros colegas. Hoy se le preguntará la calle seguramente.
Nadie ganó. Todos perdimos y seguiremos perdiendo, nos estamos yendo al descenso y no nos damos cuenta, para seguir con la analogía futbolera.
¿De qué hablaron los candidatos? ¿De qué hablan cuando se dirigen a la población? Chicanas, ataques, “carpetazos”, faltas de respeto, nerviosismo exacerbado, un show prácticamente mediático.
El domingo próximo tendremos un nuevo presidente en la Argentina. Un presidente que ya decepcionó a un clúster pesquero, a un sector industrial, a trabajadores que podían tener alguna esperanza. Pocos quedarán de estos últimos con un sueño por delante.
Duele que la Argentina haya perdido una vez más. El Presidente de la Nación Argentina, decepcionó a todos este domingo 12 de noviembre de 2023. La pesca no califica para la agenda política y productiva del país con sus u$s 2000 millones de exportaciones y hoy con rentabilidad negativa. Lamentable; pero también es lamentable que desde el sector no se haya elevado la agenda hasta estamentos públicos de gestión y decisión. Una materia pendiente que venimos visibilizando desde esta redacción.