Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) diseñaron una línea de producción para la empresa Hreñuk SA (Rosamonte), con el objetivo de transformar recortes de pacú sin aprovechamiento industrial en productos alimenticios de calidad. La iniciativa busca agregar valor a una de las principales especies de la acuicultura argentina, con fuerte presencia en la provincia de Misiones.
A partir de ese desafío, se trabajó junto al INTI en el desarrollo de preformados de pacú, en dos presentaciones: una versión sin recubrimiento y otra rebozada y prefrita. Ambas opciones fueron elaboradas con ingredientes accesibles y evaluadas por su sabor, textura y apariencia, con resultados positivos.
“El objetivo del proyecto fue valorizar un subproducto de la producción, transformándolo en alimentos atractivos y de calidad ”, explicó la ingeniera Marisa Villian, del Departamento de Tecnología de Procesos y Servicios del INTI en Mar del Plata.
Además del desarrollo de los nuevos productos, el trabajo incluyó el diseño integral de la línea de producción que los hará posibles. Este diseño contempla el equipamiento necesario, especificaciones técnicas, distribución en planta (lay out), flujos de trabajo, presupuestos y opciones de proveedores. El proceso abarca desde el triturado de la materia prima hasta el envasado final, incluyendo etapas como mezclado, formado, rebozado, prefritado y congelado.
Con esta incorporación, Hreñuk SA amplía su cartera de productos y optimiza el uso de sus recursos, avanzando hacia una producción más eficiente y sustentable.
En Argentina, la producción de pacú de cultivo ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Según datos de la Dirección Nacional de Acuicultura, en 2023 se produjeron 1.214,1 toneladas de pacú, lo que representa aproximadamente el 22% de la producción acuícola nacional.
El cultivo de pacú se concentra principalmente en la región del Noreste Argentino (NEA), especialmente en las provincias de Misiones y Chaco, y en menor medida en Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. La mayoría de las producciones se realizan en sistemas semi-intensivos en estanques excavados.
En Entre Ríos, por ejemplo, existen alrededor de 15 emprendimientos que producen unas 12 toneladas de pacú al año, destinadas principalmente al consumo local en restaurantes de la región.
Para el año 2025, se proyecta una producción total de 25.000 toneladas en la acuicultura argentina, con una participación del 80% entre trucha y pacú .
La evolución reciente de la producción de pacú en Argentina revela una incipiente pero auspiciosa tendencia en el desarrollo de la acuicultura nacional, donde esta especie comienza a delinearse como uno de sus pilares. Sin embargo, esta señal de crecimiento convive con una realidad estructural ineludible: la acuicultura en el país continúa siendo una actividad marginal, cuya escala es prácticamente insignificante si se la compara con los volúmenes que aporta la pesca natural y salvaje, en franca contradicción con las dinámicas globales, donde el cultivo de peces ya ha superado a la captura extractiva por mas del 90%. Esta situación ofrece una doble lectura: por un lado, el inmenso potencial de expansión que aún posee el sector acuícola argentino; por el otro, la contundente riqueza ictícola del Mar Argentino —una fuente de recursos naturales tan vasta como bien administrada (en un esfuerzo ineludible del sector privado)—, que actúa como un manto de opacidad sobre cualquier iniciativa orientada al cultivo, especialmente en un contexto donde los costos laborales, medidos en dólares reales, se vuelven prohibitivos debido a un tipo de cambio persistentemente desalineado. Así, mientras la trucha en la patagonia logra sostenerse como una actividad más consolidada, la cría de pacú en el norte se mantiene, lamentablemente, en niveles incipientes de produccion, más cercanos a un esfuerzo por lograr la subsistencia en comunidades aisladas que a una verdadera industria en expansión.
No obstante, en contraposición, desde el INTI destacaron que esta colaboración se enmarca en su misión de brindar soluciones tecnológicas que impulsen la industria nacional, fortalezcan las economías regionales y conviertan recursos locales en productos de alto valor agregado.