“El acuerdo con el Uruguay nos dejó muy complicados”

Los titulares de las 29 lanchas que sobreviven en el puerto local están en alerta y con temores sobre el futuro inmediato del sector. El eje de la inquietud es el control satelital que pretenden imponerles.
La Resolución 3/15 de la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo (CTMFM) estableció que desde el 1° de enero de 2016 es obligatorio el llamado “Monpesat” en todos los barcos que operen en su jurisdicción (Área del Tratado del Río de la Plata y Zona Común de Pesca).
El presidente de la Sociedad de Patrones Pescadores, Luis Ignoto, dejó en claro que esa normativa los arrincona por el costo económico que implica la compra/mantenimiento del equipo y el recorte de zonas operativas que implica.
“El acuerdo con el Uruguay nos dejó muy complicados”, expresó el dirigente esta mañana en conferencia de prensa, reconociendo que la 3/15 motivó la reciente intimación de la Subsecretaría de Pesca de la Nación para que se adhieran al sistema. En el horizonte asoma temporada de corvina en la Bahía de Samborombón.

«En el peor de los casos tenemos la alternativa judicial».

Ignoto ya se comunicó con las autoridades: “Hablé con el director nacional de Coordinación Pesquera, Juan Manuel Bosch, y me dijo que no tenía intención de suspender el despacho a la pesca de nuestras embarcaciones; pero que sí entendía que había que juntarse con Provincia y ver de qué forma se le puede dar una solución a este tema”.
El otro inconveniente es que la CTMFM aún no está conformada. Días atrás fue nombrado como presidente de la Comisión Argentina, Roberto García Maritán, pero faltan los representantes bonaerenses.
“En el peor de los casos tenemos la alternativa judicial; pero esperemos que se solucione antes”, aclaró Ignoto, que por estas horas prepara la respuesta formal a la intimación recibida desde la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera.
“Desde 2003 a la fecha hemos tenidos excepciones por parte de la Provincia de Buenos Aires (Resolución 538), donde se dice que no es necesario este tipo de control porque las lanchas no llegan a capturar ni el 1 por ciento de lo que se pesca en el país”, justificó.

En tanto, la flota uruguaya no sufre la problemática porque carece de unidades descubiertas de este tipo, con un radio de acción acotado a las 15 millas y 24 horas de ausencia. “Ellos directamente saltan del bote chico en la costa, al barco de 20 metros”, describió Ignoto.
A su lado, con un tono más épico el pescador Vicente Galeano recordó: “Por esas maderas (señalando a las lanchas amarradas a pocos metros) corre la sangre de mi padre; no vamos a dejar que desaparezcan”.