El préstamo posibilitará apoyar el fortalecimiento de servicios de sanidad agropecuaria y la sostenibilidad de los recursos marinos de nuestro país, beneficiándose más de un millón de actores privados del sector agro y más de cinco mil operadores del sector pesquero.
La aprobación del préstamo llegó el día jueves por parte del Banco Interamericano de Desarrollo quien comunicó oficialmente a través de un comunicado que “el préstamo permitirá fortalecer la gestión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), dos organismos que juegan un rol de importancia en el desarrollo del país como proveedor de agroalimentos», señalaron desde el BID.
A través de ese proyecto «se espera mejorar el control de plagas que afectan al patrimonio zoo-fitosanitario del país, incrementar la capacidad diagnóstica de los laboratorios de sanidad vegetal y animal, y reforzar la investigación de los recursos oceanográficos», puntualizó la entidad, que se encuentra en pleno proceso de elección de su nuevo presidente, y cuyo nombramiento podría surgir el próximo 20 de noviembre, cuando sesione la Asamblea de Gobernadores.
Desde el Banco Interamericano de Desarrollo señalaron que las grandes dimensiones del territorio argentino, la diversidad de ecosistemas, la extensión de sus fronteras fluviales y terrestres con cinco países y el volumen del comercio agropecuario generan riesgos de introducción de enfermedades y plagas, así como desafíos considerables para mantener el estatus zoo-fitosanitario del país.
Del mismo modo, el préstamo está destinado a potenciar «la capacidad del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, de llevar a cabo la investigación pesquera, oceanográfica y de los recursos marinos», a raíz del impacto por el cambio climático.
Además se financiará la construcción de laboratorios y oficinas en las provincias del litoral marítimo (Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego), lo que permitirá una mejor coordinación con los operadores privados del sector pesquero y con otras instituciones, al tiempo que se financiará el diseño y construcción de un buque moderno de investigación con alta capacidad para la investigación oceanográfica, precisaron desde el BID.
Por último, mediante las acciones de fortalecimiento de las capacidades de investigación pesquera, se espera beneficiar de forma directa a más de cinco mil operadores del sector pesquero, principalmente pescadores, científicos, técnicos, investigadores y empresas armadoras, consignaron desde el organismo.
De este modo, parece comenzar a tomar forma –al menos en lo económico- un gran anhelo que tienen algunas autoridades del Instituto, que es la construcción de un buque tipo “Ice Class”, tal cual le manifestó a PESCARE hace pocos días, el director del INIDEP Lic. Oscar Padín con la intermediación del Lic. Carlos Lasta en el proyecto. Siempre con la esperanza de haber aprendido de las ultimas dos adquisiciones. Mientras que por el lado de SENASA, con la llegada de fondos nuevos sería prudente avanzar en lo correspondiente a la modernización de sistemas, hardware y software, para al menos interconectarse al Módulo de Transacciones Comerciales y por fin acceder a la trazabilidad que ya existe en la pesca a pesar de los intentos por parte de la comisión de Intereses Marítimos, Fluviales y Portuarios de imponer una Ley donde es poco claro cual es el objetivo final de la misma, pero que bien podría ser una ventana por donde otros estamentos y/o áreas ministeriales podrían tener participación mas relevante hacia un sector que no analiza los efectos adversos de la nueva embestida hacia la actividad.