La edición actualizada del libro “El Problema de la Seguridad en la Pesca Argentina” fue presentada en la mañana del viernes en la sede central de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca.
El salón auditorio recibió al autor del texto, el perito pesquero y capitán, Daniel Molina Carranza. El secretario general del gremio, Jorge Frías, se encargó de darle la bienvenida y saludar la iniciativa como un “aporte valioso a la comunidad”.
El texto, un trabajo de 182 páginas publicado por el Centro Naval, busca difundir la problemática de la seguridad a bordo y propiciar la búsqueda de soluciones, tal como lo plantea Molina Carranza en el capítulo introductorio.
“Los numerosos accidentes que involucran a buques pesqueros y a sus tripulantes, tanto en la flota argentina como extranjera, hacen oportuno realizar un llamado de atención a todos los integrantes de la industria”, expuso.
Por caso, la Organización Internacional de Trabajo (OIT) ha estimado que en el mundo ocurren 24 mil accidentes mortales por año en el sector pesquero. La pesca sigue siendo una de las actividades más peligrosas de las que se tenga conocimiento.
“Si consideramos todos los accidentes laborales que ocurren en el mundo, el 7 por ciento de las víctimas mortales pertenecen a la industria pesquera, a pesar de que este sector representa menos del 1 por ciento de la fuerza laboral mundial”, apunta Molina Carranza.
La Argentina no es ajena a esta realidad. En 16 años se han producido 41 hundimientos y 86 muertes. “Es un número demasiado grande”, de acuerdo a la consideración del autor. De allí que plantea un recorrido por distintos factores a considerar.
Entre ellos, aparecen la construcción, el equipamiento del buque y el control por parte de las autoridades; las condiciones de trabajo a bordo, la capacitación de las tripulaciones y las condiciones particulares del Mar Argentino.
Según entiende, es necesario formular medidas para capacitar al personal y, paralelamente, modernizar la flota, aunque aclaró: “Un barco de 35 años puede estar en perfectas condiciones y uno de 25 años, no (…) La caducidad depende del mantenimiento”.
Asimismo, propone hacer más eficiente la investigación científica, la compilación de datos y la difusión de las conclusiones, una tarea a la que “El Problema de la Seguridad en la Pesca Argentina” ya le está dando sustento.