A pesar de algunos contratiempos, debido que se inundó de gas oíl producto de no haber ajustado una brida del vital fluido que demoró por trabajos de carpintería y limpieza sobre todo, el astillero, en tiempo récord logró finalizar la obra y entregar a la empresa armadora del buque.
Por otro lado, “ el gobierno de Islas Malvinas anunció -lo que las armadoras de Vigo esperaban- la concesión de las nuevas licencias para los próximos 25 años para las joint venture formadas junto a las pesqueras locales. La noticia despejó así el futuro para las firmas, que además comprometieron inversiones para mejorar sus unidades, los grandes buques congeladores que cada año realizan dos campañas centradas en la captura de calamar Lóligo. Algunos optan por renovar sus barcos más antiguos, mientras que otros realizan grandes inversiones para modernizar sus embarcaciones que tienen, todavía, varios años de vida útil por delante. Este último es el caso del New Polar, que dará el estirón en Nodosa Shipyard para rozar los 90 metros de eslora a través de una obra que supera los 5 millones de Euro y con la que ganará 14 metros “ informaba Faro de Vigo.
“ La empresa que opera el buque, Lafonia, pertenecía a Pescanova, vendida más tarde –en 2016– al grupo de Frigoríficos del Morrazo tras la toma de control de los bancos en el capital. En alianza con las locales Seafish y Seaview, Lafonia formó Polar Seafish y explota los barcos vigueses Robin M. Lee, Sil y New Polar “.
La empresa frigoríficos del Morrazo apuntó a mejorar la capacidad de bodega del pesquero New Polar y demás, incorporar mayor propulsión y capacidad de frío, la idea es mejorar su capacidad de carga para ingresar menor cantidad de veces a puerto haciendo más eficiente la operatoria en aguas aledañas a las Islas Malvinas.
El barco paso de 74 metros a 88.50 metros de eslora con un costo aproximado de 5 millones de Euros sin contar los nuevos equipos de frío y sobre todo la planta propulsora y línea de eje completa con reductora y caja de cambios, además de un generador de punta de eje. Por lo que la obra estará alcanzando los 10 millones de Euro, en un tiempo récord de 4 meses. A decir verdad, ampliar la capacidad de bodega de un buque aporta a una mayor rentabilidad de la unidad, habida cuenta que es en la bodega el sector que se compromete, por lo que un cambio de potencia y de frío, es el mínimo requisito para que la ecuación costo beneficio sea favorable; algo que los armadores locales debieran comenzar a analizar en estas épocas donde los costos van a tener una gran incidencia en la rentabilidad de las empresas.
“ De esta forma, Nodosa Shipyard profundiza en la estrecha relación que mantiene con las pesqueras que trabajan en Malvinas. Y es que el pasado septiembre confirmó la construcción del Prion, arrastrero de 85 metros para la firma Petrel Fishing Company Ltd., participada por Pescapuerta. Para esta misma firma ya fabricó en 2021 el Falcon, mientras que los últimos años también realizó unidades para Pereira (Argos Cíes) o Rampesca (los buques Montelourido y Monteferro). En la actualidad, el astillero negocia por más barcos para el caladero de cara a engrosar su cartera de pedidos “ informo el portal Faro de Vigo.