Parece que los vientos de cambio finalmente anuncian un horizonte más esperanzador para la empresa Gaveteco. Recientemente, nos hemos reunido con los trabajadores que, día tras día, sostienen una asamblea permanente en el comedor de la firma, tal como lo han hecho desde hace casi noventa días. La situación económica, lamentablemente, no ha dado señales de mejora; al contrario, cada jornada la carga es mayor, dado que los empleados, como es natural, deben afrontar sus propios gastos y los de sus familias, sin recibir aún el pago de las sumas adeudadas. De los 164 trabajadores que dieron inicio a esta ardua travesía cuando la propietaria de la empresa, por razones financieras y operativas, decidió alejarse y dejar sus actividades diarias, hoy persisten muchos menos.
Conversamos con Adriana Orrego, delegada y representante de los trabajadores, quien, aún con su atuendo de labor, nos expresó: “Han pasado casi tres meses desde que quedamos sin trabajo. A lo largo de todo este tiempo, hemos mantenido limpio y en condiciones el espacio de trabajo, con total respeto por las instalaciones y sus herramientas de labor. Solo utilizamos el comedor, que nos sirve de punto de encuentro mientras aguardamos una solución”.
Con estas palabras, Adriana inicia su relato, actuando como interlocutora entre el representante de la titular y el reducido grupo de trabajadores que, con esfuerzo y dedicación, han resistido, y quienes hoy, con renovada esperanza, podrían recibir noticias alentadoras.
“Muchos compañeros —nos explicó Adriana— han tenido que buscar trabajos temporales en otros lugares para poder subsistir. Siempre hay opciones para cortar pescado en alguna cooperativa, o, siendo francos, en alguna planta informal. De los 164 trabajadores iniciales, quedamos pocos. Algunos han encontrado empleo cortando merluza, mientras que otros, por razones de edad, están próximos a la jubilación. El resto, esperamos que la titular, Estrella, cumpla con lo acordado”.
Al preguntarle sobre las expectativas y posibles novedades, Adriana comentó: “ La semana pasada, el representante de Estrella se comunicó conmigo, y me informó que entre hoy martes y el jueves próximo espera plantear un esquema para reactivar la planta. Queremos saber cómo se reestructurará el trabajo y qué propuestas concretas traerán ”.
Lo alentador es que, según ella misma expresó, » la comunicación no se ha perdido y parece haber un plan para negociar el pago de las sumas pendientes, además de la intención de retomar las actividades productivas «. La situación presenta varios desafíos, desde la necesidad de garantizar el suministro de energía eléctrica, hasta el aprovisionamiento de insumos y el cumplimiento de las normativas de SENASA después de permanecer por tres meses inoperativa. Sin embargo, de acuerdo con lo expresado, la estrategia contempla tanto la negociación con los proveedores como la reactivación de la mano de obra, lo cual resultaría esencial para dar inicio nuevamente a las actividades de la planta.
Respecto al abastecimiento de materia prima —un aspecto sensible dado que existen cheques impagos—, Adriana manifestó su confianza en que » algunos proveedores estarían dispuestos a colaborar, conscientes de la necesidad de que todos, en la medida de sus posibilidades, hagan un esfuerzo para seguir adelante «. Esta semana, presumiblemente, se definirá este aspecto, aunque, como ella enfatizó, la prioridad de los trabajadores es comenzar a percibir lo adeudado y definir quiénes continuarán en sus puestos de trabajo.
Finalmente, al preguntarle sobre los planes de producción al momento de la reactivación, Adriana explicó que prevén retomar la tarea de fileteado interfoliado, el mismo que realizaban hasta el día en que esta situación desafortunada se desató. Hoy, sin embargo, parece que la posibilidad de superar esta etapa crítica podría estar al alcance, y los trabajadores esperan que estos vientos de cambio los conduzcan hacia un futuro más próspero.