Aún siguen las repercusiones con respecto a la arribazón del último sábado en Playa Grande, uno de los selectos lugares de veraneo en la ciudad de Mar del Plata, lindante con la Escollera Norte.
PESCARE dio cuenta de la noticia y rápidamente de producido el hecho, llegó hasta el lugar para poder observar el fenómeno y consultar con un especialista ex INIDEP, el Investigador y Dr. en biología marina Daniel Bertuche, quien nos confirmó que se trataba de Peisos Petrunkevitchi.
En el día de hoy, recibimos de parte del propio INIDEP, la explicación tras analizar las muestras que recolectaron.
Tras ser analizadas en laboratorio, permitieron confirmar que los ejemplares no presentaban rastros de toxicidad, no hubo cambios abruptos en la temperatura del mar y que se trató de un fenómeno natural esporádico.
«La especie, conocida vulgarmente como camarón, tiene una amplia distribución en el Atlántico Sudoccidental y es común en las aguas costeras de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, no se cuenta con registros precedentes de arribazones de peisos en nuestras playas, razón por la cual fue tan llamativa su aparición«.
INIDEP
Además hace una severa recomendación, dando cuenta que «eventos nocivos y/o tóxicos producidos por microalgas marinas han sido responsables de la mortandad de organismos marinos como ballenas, aves y peces. Se ha asociado el arribazón de peces y mariscos a la presencia de microalgas toxicas, pero la mayoría de las veces las causas de estos eventos no son conocidas. Por este motivo, se desaconseja el consumo de cualquier tipo de organismos marino que se acerque a la costa moribundo«.
Oficialmente el INIDEP manifestó que «En el laboratorio de Química Marina y Marea Roja del INIDEP, se realizan estudios sobre estos fenómenos y en esta oportunidad se tomaron muestras para hacer análisis de toxicidad. El Dr. Ricardo Silva observó las muestras de fitoplancton (algas microscópicas) y no detectó la presencia de dinoflagelados tóxicos, por lo cual no parece haber sido el motivo de la mortandad de estos crustáceos«, detalla incluso en su publicación en las redes.
Agregando más datos precisos y mostrando todas las aristas en el tema «desde el Gabinete de Oceanografía Física informaron que, si bien desde el día 15 de agosto la temperatura en la superficie registra un aumento, desde los 9,92°C registrados el día 15 hasta los 10,5°C del día lunes 23, éste probablemente acompañe al incremento de la temperatura del aire y con valores que fluctúan dentro de los límites que definen el intervalo de datos considerados normales para el mes y alrededor del valor medio de agosto (10,6°C)”.
Al descartarse la hipótesis de la presencia de algas tóxicas en el agua y de cambios abruptos en la temperatura del mar, desde el Programa Pesquería de Langostino reforzaron la teoría de que los ejemplares posiblemente se encontraran muy cerca de costa alimentándose y/o escapando de algún cardumen de peces cuando se suscitaron los vientos que provocaron un fuerte oleaje y el consecuente arribazón. Estos organismos del zooplancton tienen capacidad natatoria pero no la necesaria como para escapar al fuerte oleaje», finalizan expresando en la publicación que muestra en forma científica lo ocurrido y que generó tamaña trascendencia a nivel nacional. Recordemos además, que ese sábado por horas de la tarde, se produjo una pleamar extraordinaria; fenómeno poco habitual cuando las condiciones de viento son imperceptibles. Muestra de ello, en una recorrida habitual en la banquina histórica, por horas de la tarde, el nivel del mismo estaba casi 40cm por sobre la banquina; hecho que llamo a la atención y que a posteriori ocurriera esta anomalía poco frecuente en las arenas de Playa Grande.