La cooperativa de trabajo Estimar inauguró instalaciones en la zona industrial del puerto marplatense. Recuperaron un lugar que estaba en ruinas y que en su momento fuera utilizado por la empresa Agustiner.
Un grupo de estibadores, que ya se encontraban en actividad, pero creían que uniéndose y conformando otro sistema de trabajo y de ganancias podía haber un cambio que los beneficiara, comenzaron a elaborar un proyecto que se oficializó en el año 2007, más precisamente el 21 de septiembre, cuando obtuvieron el número de INAES para poder trabajar en regla.
Javier Elguero es el responsable de la cooperativa que cobija a casi 30 trabajadores, quien dialogó con PESCARE una vez que se procedió al tradicional corte de cinta con los colores de nuestro país.

Han recuperado un espacio de trabajo que estaba en ruinas para poder mejorar las condiciones de trabajo de los estibadores.
Es una gran alegría esto que estamos inaugurando hoy. Hace ya unos años que venimos con este proyecto en la cabeza y la verdad que después de un año de obras y otro medio año de gestiones, llegar a este momento, es una satisfacción la idea.
Este espacio viene a cubrir la necesidad de los asociados para puedan tener un lugar donde comer, donde guarecerse, donde tomar una bebida caliente o refrescarse.
Siempre dije lo mismo, cualquier empresa que tiene camioneros, o cualquier otro gremio, tiene baños, vestuarios, con mucho menos personal y acá la estiba -después de 30 años que me toca como estibador- nunca tiene un refugio, nunca tiene un lugar de aseo, un lugar para tomar algo.
Los horarios son totalmente discontinuos, nunca sabés cuando va a entrar un barco, a veces se atrasan, te agarra la madrugada, frío, calor. Todas esas condiciones hicieron que uno siguiera pensando en esto. Digo, no puede ser que no tengamos un lugar donde esperar, donde bañarnos entre trabajo y trabajo, porque a veces te toca terminar un barco a las diez de la noche y a las doce de la noche tenés otro, y tenés dos horas que no sabes qué hacer, no tenés lugar.
De alguna manera era unir un montón de cabos, con esta problemática, tratar de buscarle algún emprendimiento que nos lleve a desarrollar alguna actividad más, para poder llevar adelante y que no sea solamente el lugar. En esto nos encuentran hoy, agrupando todo esto donde se nos ocurrió emprender este proyecto y también tener la oficina comercial en el mismo lugar, que no es un dato menor, porque eso genera un vínculo familiar entre nosotros.
Tienen prácticamente treinta trabajadores en la cooperativa, trabajando en la estiba, muchos de ellos acá presentes y con mucha satisfacción como no es para menos.
Siempre me gustó que la cooperativa sea numerosa. Es más trabajosa eso sí, pero creo que se hace más democrática. Ideas nuevas, chicos nuevos, con otra mirada. Yo soy de los más grandes, y por también quiero ensamblar a los más antiguos, con los más nuevos, que también es un desafío. Hay un montón de cuestiones qué hacen al desarrollo del laburo, que sea un poco más armonioso. Siempre me gustó ese desafío. Siempre me gustó ir porque seamos más, siempre me gustó eso para poder desarrollar más cosas.
Más desarrollo en una actividad, como casi todas las referidas a la pesca, que tiene muchos riesgos.
Sí, es un trabajo, para nada saludable, de hecho por eso nos jubilamos a los 52 años, pero más que nada el trabajo físico es enorme, siempre con un montón de factores climáticos que no ayudan, siempre se labura a la intemperie, en la bodega de los barcos hace mucho frío, la ropa que podés usar -si bien te podés abrigar- pero no trabajas cómodamente, son un montón de factores que hace que sea uno de los peores trabajos que existe.
¿Cómo se financiaron las obras de reacondicionamiento del lugar que estaba en ruinas y abandonado?
Cuando se nos ocurrió tomar este espacio, presentarnos en la licitación, sin saber lo que era una licitación!!! (risas), pero después nos desayunamos con lo que había que hacer. Pensamos que era presentarse y nada más. Hubo que generar un montón de documentación, de papeles, de inversiones, de proyectos, y también convencer al Banco Provincia, porque somos una cooperativa y no tenemos capital. El único capital que tenemos es el trabajo, que para nosotros es un montón, pero para una entidad financiera no.
Tuvimos que conseguir capitales, autos y demás para buscar a una entidad que nos financie como FOGABA (Fondo de Garantías de Buenos Aires) y con una gestión del banco impecable, teníamos un número y algo que poníamos nosotros, pero la inflación hizo de las suyas y terminamos invirtiendo el doble de lo que teníamos pensado… y cuando uno está en el baile… hay que seguir bailando.
Varias fueron las autoridades presentes, tal el caso del presidente del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata Gabriel Felizia, el secretario general del SUPA Carlos Mezzamico, la presidente de ABIN Sandra Cipolla, al igual que su vice Miguel Sánchez, armadores del sector y autoridades de otras cooperativas.
Precisamente Felizia fue quien hizo uso de la palabra tras hacerlo Elguero. El titular del CPRMDP dirigiéndose a los presentes manifestó que “realmente estamos muy felices de que una cooperativa del puerto de Mar del Plata, cooperativas que siempre fueron maltratadas eternamente. Siempre se plantearon cuestiones sobre las cooperativas, y la realidad es que las cooperativas son una construcción colectiva de trabajo. Es una construcción que te viene a traer soluciones para el conjunto de las familias que la integran”.





En otro tramo de su discurso Felizia relató que “desde que nosotros llegamos al puerto de Mar del Plata, nos propusimos con el equipo de la Arq. Julia Gasalla, con el equipo del Consorcio, que todas tengan los papeles al día, que todas puedan trabajar como corresponde, y lo han hecho”.
“Tiene razón Elguero cuando dice que el estibador tiene uno de los trabajos de mayor riesgo y de poner el cuerpo, donde los esfuerzos son ciertos y donde los costos en el tiempo también son ciertos, porque el cuerpo en algún momento pasa la factura. El equipo que ponen a trabajar, es su propio cuerpo. Hoy el puerto Mar de Plata tiene alrededor de 750 estibadores. Venimos trabajando en todo aquello que podamos mejorar, que tenga que ver con una mejoría. Algunas cosas podemos, otras nos exceden”, sostuvo Felizia en otro tramo de su discurso.