El pasado año fueron 16 los buques que operaron bajo licencia de pesca de Islas Malvinas. Ya desde noviembre los muelles gallegos comenzaron un intenso trabajo de armar y poner en funcionamiento todos los sistemas operativos de los buques, para iniciar a principio de Enero, el recorrido para una zafra de calamar lóligo e Illex en Malvinas.
Por estos días, ya son 7 los buques que vienen en camino con un derrotero directo a Puerto Argentino o algunos intermedian en Montevideo, Uruguay donde reabastecen y continúan su trayecto final a las bravías aguas de Malvinas.
Son arrastreros, buques ramperos de entre 4000 y 5000 HP, cuya eslora supera los 70 metros en plantas y equipamiento sofisticados de última generación.
Estos 7 buques que se dedican a la pesca del calamar en Malvinas con licencia ilegal de la colonia británica en las islas argentinas, el año pasado se llevaron más de 100.000 Tn.
Las empresas armadoras de esos poderosos buques, Beiramar, Pescapuerta, frigorífico del Morrazo, Galmar, Marfrio y Chymar entre otras alistaron sus respectivos buques para dar inicio al cruce longitudinal del Atlántico. Están rumbo a las aguas de Malvinas, el Beagle FI, Venturer, Falcon, SIL, Capricorn, Igueldo y el Robin M Lee que el año pasado, junto a un total de 16 arrastreros, “ alzaron de Malvinas con 101.000 toneladas de calamar lóligo, lo que constituyó el segundo récord histórico desde 1989, y alcanzando ganancias superiores de 1300 millones de dólares. Cifra que, en el pasado mes de octubre, significaba el doble de los ingresos estimados por el gobierno de Tierra del Fuego para todo 2023 “, según Faro de Vigo.
Este año el calamar de Malvinas, se podrá capturar desde el 26 de febrero próximo, donde quedará oficializada la primera parte de la temporada 2023. Hay una apuesta muy importante este año, donde el precio del combustible y los impuestos vigentes en España han condicionada los números de la actividad pesquera bajando sustancialmente las rentabilidades de las empresas, por lo que esta zafra será de un atractivo especial en un marco internacional de consumo, demanda y precios con sesgo bajista. Ya lo habían adelantado, las familias europeas deberán comenzar a racionalizar las salidas y las compras hogareñas como consecuencia del impacto del costo energético producto del conflicto armado entre Rusia y Ucrania.