La Corte Internacional de Justicia falló el último jueves a favor de Colombia, rechazando de ese modo el pedido de la República de Nicaragua por el espacio marítimo que rodea las islas de San Andrés y Providencia.
De acuerdo a lo que decidió la Corte Según la decisión de la CIJ, Nicaragua no puede extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas, las cuales delimitan su frontera marítima con Colombia.
De acuerdo a lo que se especula y se ha estudiado, el área es rica en gas, petróleo y recursos pesqueros.
La presidenta del Tribunal Supremo de la Corte Internacional de Justicia, Joan E. Donoghue, manifestó que: “La Corte, por 13 votos contra 4, rechaza la petición de la República de Nicaragua. La Corte concluye que la plataforma continental no puede extenderse superponiéndose a otro Estado”, a la vez que rechazó que el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina estuviera dentro de los límites de la frontera marítima de Nicaragua.
Por su lado el presidente colombiano Gustavo Petro destacó que es una “gran victoria de Colombia en La Haya. La CIJ no accedió a las pretensiones de Nicaragua de ampliar su plataforma continental. Esperamos con este fallo cerrar la disputa limítrofe y enfocarnos en llevar un desarrollo sostenible a nuestro archipiélago”
La Corte confirmó los límites marítimos que habían sido fijados en el año 2012, cuando otorgó soberanía sobre esas islas a Colombia, pero la obligó a ceder casi 75.000 kilómetros cuadrados del Mar Caribe al país centroamericano.
Managua consideró que había una extensión natural del continente que se extendía más allá de sus 200 millas marítimas y en 2013 interpuso una demanda ante la Corte. Durante el juicio, los abogados de Colombia argumentaron que Bogotá no firmó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que reconoce plataformas continentales.
Como conclusión la Corte, de acuerdo al derecho internacional consuetudinario de un país a una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas no puede extenderse a las líneas de base de otro Estado. “Se deduce que, independientemente de cualquier consideración científica y técnica, Nicaragua no tiene derecho a una plataforma continental que se extienda dentro de las 200 millas marinas desde las líneas de base de la costa continental de Colombia”, indica la sentencia que había tenido por un lado puntos lógicos de conflicto y que ahora lleva alivio a los intereses colombianos.
El archipiélago se encuentra a 110 kilómetros de la costa nicaragüense y a 720 kilómetros de la costa colombiana, la soberanía sobre el mismo pertenece a Colombia, hecho ratificado por la Corte en 2012, fue uno de los argumentos, más allá que lo expresado a través del gobierno nicaragüense fuera que “el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional reafirma su firme compromiso con el estado de derecho a nivel internacional y la solución pacífica de controversias entre Estados y reconoce esta sentencia como firme, definitiva y de obligado cumplimiento”.
La vicepresidenta de Nicaragua Rosario Murillo, a través de un documento manifestó que “la reiterada presencia de Nicaragua ante la Corte desde 1984, es una demostración tangible de ese compromiso. Igualmente, Nicaragua espera que Colombia reconozca el valor y eficacia de todas las sentencias de la Corte, en particular de la sentencia dictada en 2012. Colombia se negó a cumplir esa sentencia desde el mismo día de su emisión y posteriormente denunció el Pacto de Bogotá en un intento de evitar que Nicaragua pueda acudir nuevamente a la Corte a denunciar violaciones a los derechos soberanos de Nicaragua y a los espacios marítimos en el Mar Caribe”.
De este modo, de acuerdo a lo expresado por juristas, de haberse accedido al pedido nicaragüense, podría haber sentado jurisprudencia, lo que hubiese generado seguramente una gran cantidad de reclamos distintos países que tienen sus plataformas continentales linderas.