La merma de precios que afectó al langostino a lo largo de 2015 probablemente se agudice durante este año. Un reciente informe especializado ubica en baja al valor del crustáceo en contraste con su abundancia.
El estudio fue realizado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y se enfoca en el comercio del recurso durante el año pasado; pero también indica alguna tendencia para los próximos meses.
En el párrafo dedicado al langostino patagónico describe el record de capturas registrado en la temporada 2015 (142 mil toneladas); pero paralelamente alerta sobre un mercado retraído y con valores en retroceso.
“El crecimiento de los desembarques aparejado con el fortalecimiento del dólar y la crisis de la economía china tuvo efectos negativos sobre los precios”, explica el trabajo al poner en un contexto global la situación de los operadores locales.
Según datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, la tonelada se ubicó hasta noviembre en la zona de los 6.342 dólares, es decir, experimentó una baja del 10,3 por ciento en relación al mismo período de 2014.
Aún en un marco donde la oferta mundial de langostino se aplacó por las enfermedades que enfrentaron a criaderos de diversas regiones, el análisis expuesto por la FAO no arroja buenas noticias para las empresas argentinas de cara a la próxima zafra.
“La tendencia negativa de los precios es probable que se extienda a 2016, ya que en los mercados los stocks son altos a partir del ingreso de productos registrado el año pasado”, expresa.
Mercado acotado
Recordemos que el langostino capturado en esta parte del Atlántico Sur tiene además un mercado acotado. La mayor parte de las ventas se concentran en España (44.503 t.), China (14.713 t.), Italia (11.952 t.), Japón (9.877 t.) y Estados Unidos (4.031 t.).
El volumen generado por los buques tangoneros nacionales en los últimos años es alto en relación a estos pocos destinos. Ni siquiera el crecimiento de los envíos al Gigante Asiático pudo maquillar esta realidad.
En contraposición, las empresas tendrán en 2016 condiciones económicas internas algo más favorables ancladas en la devaluación del peso frente al dólar, la quita de retenciones y, si se confirma, la resposición de los reembolsos a las exportaciones por puertos patagónicos.