El Muelle 10 del puerto de Mar del Plata registra movimientos de cabos, los primeros desde mediados de marzo, cuando la aparición en escena del coronavirus desparramó temores y paralizó a casi toda la actividad.
En las últimas horas zarparon dos buques costeros hacia zona de pesca: “Francesca” y “El Faro”; pero, de acuerdo lo que pudo saber Pescare.com.ar, hay al menos otras seis embarcaciones de ese segmento en etapa de alistamiento.
“Para el lunes está programadas algunas salidas más. En armado están “Siempre San Salvador”, “Popa”, “Júpiter”, “Insólito”, “Sueño Real” y “Portobelo II”, señaló el gerente de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, Sebastián Agliano.
Controles y protocolo
La actividad se despliega bajo la mirada de Prefectura y la intervención de profesionales de la salud. Hay controles establecidos antes del ingreso al muelle y protocolos sanitarios para el embarque de tripulantes, con desinfección previa de los barcos.
Más allá de la vigencia que tienen la cuarentena y el asilamiento social como medidas preventivas, tanto armadores como trabajadores están bajo el paraguas legal del decreto 297/2020, que declaró a la pesca actividad esencial.
Días pasados habían soltado amarras diversos buques poteros, algunos buques fresqueros y otros pocos congeladores. En tanto, el trabajo en las plantas de procesamiento de tierra sigue siendo acotado, con menor presencia de personal en las mesas de corte.
Impacto en la ciudad
Más allá de las necesidades económicas en juego, Mar del Plata conserva una baja cantidad de enfermos por Covid-19. Los datos ofrecidos por el Municipio indican que los contagiados se mantienen en una zona de estabilidad.
“Desde el 10 de marzo al 9 de abril hubo catorce casos confirmados y siete continúan en estudio. De los casos confirmados, cinco fueron dados de alta y dos fallecieron; mientras que son siete los confirmados activos”, se informó oficialmente.
La ciudad lleva cinco días sin nuevos casos de coronavirus; aunque esto no implica flexibilizar las normas. Referentes de la industria consideran que es necesario sostener un esquema de control que permita ir recuperando la operatividad progresivamente sin descuidar la salud.