El volumen acumulado en los muelles tendió recuperarse durante el año pasado. Entre enero y diciembre se desembarcaron 766.617 toneladas, lo que permitió un crecimiento interanual del 8,6 por ciento.
Las cifras pertenecen a la Subsecretaría de Pesca de la Nación y está teñidas por el exponencial salto del langostino. En doce meses se descargaron 233.146 toneladas del marisco, un 30,7 por ciento más en comparación a 2016.
Las descargas también estuvieron apuntaladas por el calamar. La temporada pasada marcó un repunte de la pesquería gracias a las 98.965 toneladas obtenidas. Comparado con 2016, se trató de un aumento del 65,2 por ciento.
Por su parte, la merluza hubbsi proveniente del stock sur, localizado por debajo del paralelo 41° S, transitó una zona de leve baja. El efectivo entregó 234.295 toneladas (-2,5 por ciento); pero alguna compensación llegó desde el norte.
De la Zona Común de Pesca se desembarcaron 16.634 toneladas (+108 por ciento). La aparición del recurso en el área compartida favoreció la operatoria de los buques fresqueros de altura, cuyos armadores siguen atravesados por problemáticas de costos.
Sin embargo, cayeron otras especies como merluza de cola (21.612 toneladas / -38,1 por ciento), abadejo (2.999 toneladas / -2,1 por ciento), y caballa (8.778 toneladas / -26,8 por ciento) junto a varios recursos que integran el variado costero.
Las especies del variado en retroceso comprenden a corvina (19.801 toneladas / -38 por ciento), lenguado (3.738 toneladas / -19,6 por ciento) y rayas (17.785 toneladas / -3,5 por ciento), entre otras. Naturalmente, el rendimiento de cada recurso se refleja en la producción obtenida por los distintos tipos de flota.
Puertos
En relación a los puertos, Mar del Plata volvió a concentrar la mayor parte de las descargas, más precisamente el 48,8 por ciento del total, por encima de las terminales patagónicas.
Evolución 2013-2017
En términos globales, la combinación de variables hace que el balance de 2017 se acerca al de 2015, cuando se desembarcaron 767.649 toneladas, pero que se ubique por debajo, por caso, de 2013; año el que se acumularon 822 mil toneladas.
Crecieron un 8,6 por ciento en relación a 2016. El langostino y el calamar fueron claves. Pero la caída de otras especies coloca al balance en un nivel similar al de 2015.
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