Por lo general, el último cuatrimestre de cada año marca un despegue en los desembarques de merluza hubbsi y este 2013 no es la excepción. Los datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación muestran la curva alcista del período.
De acuerdo a datos oficiales y de carácter provisorio, entre septiembre y noviembre se desembarcaron 74.458 toneladas, con un promedio cercano a las 24.819 toneladas mensuales.
La intensificación de la actividad estiró los desembarques acumulados hasta las 248.224 toneladas, en su gran mayoría (225.686 t.) provenientes del stock sur, ubicado por debajo del paralelo 41°.
Particularmente en Mar del Plata, el cierre de noviembre estuvo caracterizado por un incremento de la oferta que terminó saturando el mercado.
Según pudo saber Pescare.com.ar, el marco empujó los precios hacia abajo. El kilo de hubbsi tocó el piso de los tres pesos en primera venta, igualando su valor de diciembre 2012.
Con los costos productivos en permanente suba por efecto de la inflación (se la estima por encima del 25 por ciento), la rentabilidad de la flota fresquera sufre.
Diversos factores en juego
Fuentes consultadas del sector señalan que son múltiples las razones que sustentan este escenario que contrasta volúmenes y precios.
En principio, hay más empresas que venden su producción porque prefieren tener una estructura en tierra más “liviana”, motivada por los problemas económicos y de conflictividad laboral.
La presión de los organismos de control sobre las plantas de procesamiento locales es otro de los factores que apuntala la venta en el muelle y, al mismo tiempo, disminuye los niveles de trabajo.
La última medición del Indec señaló que el índice de desocupación en la ciudad trepó hasta el 11 por ciento, cuando el año pasado se ubicó en 8,3.
“Dudamos de que se hayan perdido 8 mil puestos de trabajo”, se permitió exponer el secretario de Producción municipal, Mariano Pérez Rojas, sin considerar en toda su dimensión la realidad de la industria pesquera.
Para peor, en el medio especulan que desde enero, con la pérdida de ventajas arancelarias para el ingreso de productos a la Unión Europea, se desalentará la incorporación de valor.
“Con la caída del Sistema General de Preferencias será más conveniente vender con menor grado de elaboración. Al filet le cargarán el 15 por ciento y al H&G, 7”, reveló un operador.
Influencia patagónica
El declive de las firmas patagónicas también influye en el pulso marplatense. Por caso, barcos que antes operaban para algunas de esas empresas hoy lo hacen desde el puerto local.
Por otra parte, desde el sur también llega filet, producido a partir de cuotas sociales; todos volúmenes que contribuyen a obturar la plaza.
La última parte del año muestra una oferta en el muelle difícil de absorber. En noviembre fueron más de 23 mil toneladas, según datos oficiales. El marco baja los precios.