En la búsqueda de testimonios de valía, de manifestaciones autorizadas sobre el tema que día a día preocupa y ocupa al sector pesquero y naval de la Argentina como consecuencia de la posibilidad de una reformulación de la Ley Federal de Pesca, PESCARE dialogó con Oscar Fortunato, referente de la pesca en nuestro país y conocedor como pocos en la materia.
El saludo cuasi informal, “¿cómo le va, Oscar?” es respondido con una preocupación. “Esa es la pregunta, cómo nos va” dice Fortunato.
Con un hombre de estas características casi no se necesitan disparadores, la charla va mostrando su apasionamiento y su conocimiento. “Es difícil saber que va a pasar en estos días, hay mucha tensión”, describe.
“Acá el tema no es qué se vislumbra. Acá el tema pasa porque está manejado por mucha gente y no por uno nada más o cinco personas, acá hay intereses distintos donde todo puede ocurrir. Es decir, puedo ocurrir todo malo o puede ocurrir todo bueno. O puede ser todo bueno y malo, las dos cosas juntas”, describe mirando la ambigüedad que hoy puede observarse en el sector, no por parte de sus actores, sino de quienes deben decidir el futuro de la pesca.
¿Ese universo de gente con intereses distintos como usted sostiene, por quienes estaría compuesto?
Vos tenés desde Ushuaia hasta el norte de Mar del Plata, tenés toda gente que trabaja en distintas cosas, que no todos piensan igual. Veo que hay gente unida acá en Mar del Plata desde Río Negro para arriba, pero yo no sé qué es lo que pasa “abajo”.
Porque “abajo” (en referencia a la Patagonia) hay un montón de empresas que no son similares a las que hay en Mar del Plata o en algún lugar así. Tienen intereses distintos.
Y algunas con capitales extranjeros que tienen también sus intereses no justamente argentinos.
La mayoría diría yo tienen capitales extranjeros.
Hoy todo está en manos de un grupo de legisladores, ¿se puede confiar en ellos y que eventualmente pasen de un apoyo a no hacerlo?
En otra época, cuando me tocó ser Subsecretario de Pesca de Nación, confiaba en algunos de los legisladores que había de distintos lugares, pero hoy en día… Te doy un solo dato concreto, vos has escuchado seguramente a la Canciller argentina (Diana Mondino). Yo creí que era una señora muy formada y muy bien, pero la escuché dos veces en televisión y quería romper el televisor!!! Porque realmente al decir que la pesca no existe y que no tiene capacidad de nada… obviamente la realidad es que las cosas se verán en pocos días.
Fortunato es directo y describe la situación observando a una figura política. “Veo que acá hay mucha gente que habla de lo que no sabe y seguirá hablando de lo que no sabe, la realidad es esa, pero ninguno se está preocupando salvo, y debo reconocer, el gobernador de Chubut (Ignacio Torres) largó “desde cero” y realmente se puso para entender cómo es la cosa. Podremos tener cinco puntos más, cinco puntos menos, pero se puso desde la nada, se puso a entender cómo es la cosa y se puso a laburar, a laburar en serio.”
Si esta modificación al actual Régimen Federal Pesquero sale, ¿estaríamos asistiendo al fin de la industria pesquera tal como la conocemos hoy?
Hay una cosa que es muy simple, y olvidémonos en la industria pesquera, ejemplifiquemos con “tipo” que hace lápices, pero qué no es el único que hace lápices, hay 20 tipos que hacen distintos tipos de lápices ¿sí? Vos decís: le voy a dar todos los lápices al que consiga más minas y cosas de madera para poner las minas adentro y los que ya están haciendo que sigan haciendo si saben o no. Esto que le voy a dar son todos, que vienen con guita de afuera, guita fuerte. Entonces tiene que salir a ver cuánto dinero pueden poner. Si ponen 5 mil, 10 mil, 12 mil. ¿Y qué hago con los que no tienen ese número de guita para poner?
Eso es lo que quieren hacer con la pesca, yo no sé si lo van a hacer o no, te lo digo sinceramente, no sé si lo van a hacer o no, pero la realidad es esa, no hay una cosa bien armada para decir pongo en iguales condiciones a todo el mundo.
Fortunato comparte el pensamiento de varios actores, pero al escucharlo desde su boca cobra mayor relevancia. “Además después de haber hecho la Ley Federal de Pesca, ¿para qué cambiarlo si está funcionando bárbaro. Justamente a fin de año hay que hacer una nueva forma de distribución, la misma Ley dice eso. Yo no sé por qué quieren hacer tanto cambio, la verdad que no los entiendo.”
¿Puede haber intereses espurios en todo esto?
Cualquiera que esté en una posición de estar en una en una organización, en Subsecretaría o en una Secretaría, siempre le van a decir que tiene interés espurios. El problema es comprobárselo y demostrarlo. Acá ha habido mucha gente que ha actuado así, pero no se sabe. Yo no soy de los que acusan a una persona, yo acuso a un sistema.
El sistema que quieren imponer de que cualquiera puede venir con guita y decir “quiero tantas toneladas de pescado” que está debajo del agua, dénmelas que yo me las llevo a un puerto de afuera digo, vamos a ponernos de acuerdo. Primero: puedo ir con cualquier tripulación, con cualquier barco, con cualquier cosa, después no necesitan ser argentinos ni cosas por el estilo y encima lo llevo afuera. ¿Dónde está el trabajo? Si yo llevo ese pescado para que lo elaboren en otro lugar… Lo fundamental es pescarlo, que es un trabajo, procesarlo y venderlo, que son tres trabajos. Si yo no hago esos tres trabajos, ¿para qué quiero la pesca?
El ex subsecretario pesquero y consejero en la materia nos lo pregunta y seguramente lo hace para sí mismo, tanto recorrido en el sector le ha dado respuesta, pero también preguntas y afirmaciones, “porque lo que genera es el trabajo, no la charla nuestra, lo que genera es el trabajo. La parte extractiva genera el primero paso, pero si te lo llevas afuera para otros lo procesen como dijeron que lo iban a hacer, se lo llevan a cualquier lado para procesar, entonces no tiene gollete esto.”
Oscar Fortunato cuenta que está bastante alejado (a pesar de haber participado en la reunión del 3 de enero el Consejo Deliberante, seguramente llamado por su pasión) y justifica su distancia en que no la quiere pasar mal y pagarlo con su cuerpo o “matando a alguien” bromea.
Además hace una comparación también valedera con respecto al campo argentino. “No veo a nadie en el campo, por ejemplo, digo porque Argentina tiene mucho campo y es muy buena en campo, no veo a nadie en el campo que le diga a los demás como tienen que hacer, como tienen que hacer la siembra directa, otros que quieren la de la siembra arando, hay otros que no quieren hacer esto, pero funcionan todos, todos ganan guita y el país también”.
“Acá se metieron en algo, y salvo el gobernador de Chubut –que yo no le tenía tanta confianza sinceramente- veo que el muchacho se puso a estudiar, a trabajar, y está haciendo las cosas bien, la realidad es esa. Acá hay mucha gente que habla, pero muy poca gente que sabe”, vuelve a sentenciar como al comienzo de la charla.
El Ejecutivo presentó la modificación a la ley pesquera sin tener al menos al Subsecretario de Pesca designado quien podría haber sido un interlocutor válido.
Hoy ya hay un Subsecretario (Juan Antonio López Cazorla), lo conozco porque estuvo muchos años con nosotros en el Consejo. Es muy buena persona, excelente tipo. Pero la realidad es que solo y sin equipo no sé qué puede hacer.
¿Usted dice que con equipo podría ser el interlocutor válido, el nexo entre la parte empresarial, gremial y el Ejecutivo?
Acá lo que hay que hacer es poner gente que sepa de lo que está hablando, como cuando escuché a la Canciller y quise romper el televisor.
La industria pesquera, desde la Segunda Guerra Mundial en adelante, la industria pesquera de Mar de Plata funcionó siempre bien. Durante La Segunda Guerra Mundial teníamos en Mar del Plata tres laboratorios de vitamina “A” que se sacaba del hígado de los tiburones para curar a los quemados en la guerra y las plantas estaban en Mar del Plata y el tiburón se pescaba en las lanchas, porque no había barcos grandes prácticamente.
Hay mucha gente que habla, habla y habla y no tiene la menor idea de lo que dice, concluye Oscar Fortunato.
Un prócer de la pesca, pasó por PESCARE y será la primera de una serie de notas de gente idónea, pero por sobre todo que sabe de pesca, en momentos donde muchos hablan pero dicen poco.