Desde la Subsecretaría de Pesca de la Nación dejaron trascender una buena cuota de optimismo respecto al futuro inmediato de la actividad. Aunque sin mencionarlo de manera directa, entienden que la brusca devaluación aliviará los balances de las empresas.
El análisis está contenido en un comunicado de prensa que repasa los números cosechados por la industria pesquera el año pasado.
En ese sentido, el texto destaca los 1.500 millones de dólares obtenidos por exportaciones, el incremento de algunas capturas, los 76,5 millones de pesos recaudados por la cartera en multas (aumento interanual del 67 por ciento), la presencia del signo “Mar Argentino” en distintas ferias internaciones y el crecimiento del mercado chino.
“La suma de estos hechos, junto con la recuperación de la competitividad que se vislumbra en este año 2014, brinda un panorama favorable para consensuar políticas de crecimiento en el sector, privilegiando un mayor valor agregado”, enfatiza la nota.
En paralelo, advierte que se busca establecer un mecanismo perdurable en el tiempo que otorgue mayores beneficios a los actores cuya participación productiva se base en el empleo registrado y el agregado de valor.
“El Estado ha asumido el compromiso de crear herramientas interministeriales destinadas a otorgar mayor competitividad, estableciendo como necesaria contrapartida, que el sector atienda una inclusión social justa y equitativa”, profundiza el subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante.
En el siguiente párrafo agrega un mensaje más llano: “Al que trabaje bien, respetando toda la legislación vigente, le vamos a dar las mejores herramientas para que tenga mayor competitividad”.
Visión de las empresas
La mirada de Bustamante encuentra una versión más moderada entre el empresariado. La curva que harán los costos para acomodarse a este nuevo esquema, con un dólar oficial por encima de los ocho pesos, es todavía una incógnita. Esto inquieta a los actores productivos.
Como una muestra de incertidumbre, por estos días muchos distribuidores de insumos les están retaceando la entrega de mercadería a la espera de una “adecuación de precios”, mientras que otros condicionan sus valores al plazo de pago, castigando el crédito.
“La devaluación sirve de poco si seguimos con estos niveles de inflación. Es cierto que mejora la situación general de una actividad que depende de sus exportaciones; pero si los costos continúan en alza termina diluyéndose”, alertan desde las empresas.
Por otro lado, se percibe un clima de inestabilidad laboral en las plantas, con frigoríficos que han reducido sus capacidades de corte debido al alto nivel de conflictividad. En el sector entienden que es necesario repensar las relaciones laborales.
Pese a esto, en general valoran el diálogo abierto con las autoridades. El reciente y extenso encuentro de partes en el Inidep fue un ejemplo. Por delante queda entonces el desafío de acordar líneas que permitan sostener el trabajo.
Para la Subsecretaría de Pesca, se vislumbra una recuperación de la competitividad
Por Pescare3 Minutos
Así lo refleja en un comunicado que destaca los números que alcanzó el sector en 2013. Sin embargo, desde las empresas son más cautos en el análisis.
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