No es novedad la profunda y destacada labor que realiza el INIDEP en el estudio de distintas especies. En este caso el pez limón.
Un trabajo de los investigadores Mariano Spinedi y Alejo Irigoyen, muestra características y cualidades del pez limón, una de las especies más valoradas en el mundo, mientras que en nuestro país cada vez son más los consumidores y se realizan diversas investigaciones para producirlo en sistemas de recirculación.
El informe destaca que durante mucho tiempo se creyó que era una especie cosmopolita de aguas tropicales y templadas, sin embargo, debido en gran parte al crecimiento de su cultivo a nivel mundial, hoy se cuenta con mayor conocimiento a nivel genético y no se la confunde con otros miembros del género, siendo el pez limón (Seriola lalandi) una especie de distribución exclusiva para el hemisferio sur y sus océanos, predominando ampliamente en aguas subtropicales y templadas.
En el océano Atlántico se puede encontrar desde el sur de Brasil hasta el norte de la Patagonia argentina, realiza grandes migraciones en su ciclo de vida y a medida que aumenta de tamaño aumenta la distancia de sus migraciones.
En su ciclo estacional llega a la Argentina desde Brasil y Uruguay en los meses más cálidos del año, en tanto que en el norte del país la especie es registrada con regularidad desde fin de primavera hasta principios del otoño y en el extremo sur de su distribución (Golfo Nuevo) principalmente en verano.
De todos modos, en la Patagonia ya existen registros en pleno invierno y primavera, lo que sugiere que al menos parte de la población pasaría actualmente el ciclo anual completo en el sur. Este proceso es un “déjà vu” de lo que ocurrió con otras especies que aparecen cada vez más al sur y pasan más tiempo allí, como el besugo que ya es residente en la Patagonia. Este fenómeno, denominado tropicalización, es tomado como evidencia de una evidencia del cambio climático.
La presencia de esta especie se asocia en nuestro país con una intensa actividad de alimentación. Se alimenta en su mayoría de peces pequeños pelágicos y de arrecifes (anchoas, sureles, pejerreyes, papamoscas y cocheritos) y en menor medida de crustáceos y calamares.
Habitualmente otros cardúmenes son su blanco preferido, y es común que utilicen estrategias de captura, rodeando al cardumen de individuos presa y empleando un alto grado de coordinación entre los individuos del grupo. Estos peces están más especializados en la velocidad que en la fuerza, presentando gran desarrollo de músculos mandibulares y de los órganos de los sentidos, siendo un cazador visual neto.
Los sitios de reproducción son desconocidos por pescadores y biólogos, aunque se cree que son áreas profundas y alejadas de la costa del sur de Brasil, dado que los juveniles son registrados en áreas oceánicas formando grandes cardúmenes. En el Mar Argentino se observan individuos desde su primer año de vida entre 1 y 2 kilos de peso y 50 centímetros de largo (llegan a los 3-4 kilos y 80 centímetros a los 5 años de vida). Si bien no existen más datos de edad y crecimiento para la especie en la región, la información efectiva para otras poblaciones pone en contexto que los peces limón de gran tamaño son longevos.
El informe destaca también que el estado de la población del Atlántico Sur es desconocido, así como también se desconoce información básica como los ciclos migratorios y áreas de cría por ejemplo, para su manejo y conservación.
Cabe aclarar que existen otras cuatro especies similares de distribución más cálida que se registran hasta el sur de Brasil: Seriola dumerili (Medregal Coronado – Olho de Boi – GreaterAmberjack), Seriola Rivoliana (MedregalLimon – Remeiro-Almaco Jack), Seriola fasciata (Medregal Listado – OlheteListrado -LesserAmberjack) y Seriola zonata (Arabaiana Pintada – BandedRudderfish), pero que no se han visto por el momento en la Argentina.
Desde comienzos de la década del ‘40 se ha pescado pez limón en las costas marplatenses. Principalmente se utilizó el arte de red de cerco, que tenía como blanco especies pelágicas como la anchoíta y caballa y algunas de captura más irregular como el bonito y el pez limón. Estas especies pelágicas viven normalmente en las capas intermedias o superiores del agua y tienden a formar cardúmenes.
Por estas características, el arte de cerco, constituye una herramienta de captura adecuada. Esta técnica tradicional cercaba un cardumen de peces en la superficie, observando el comportamiento del mismo y el desarrollo de la operación, sin ayuda alguna de instrumentos hidroacústicos.
El arrastre era realizado por dos lanchas, una vez cercado el cardumen, ambas cerraban el cerco, una recuperaba la red y ponía la captura abordo y la otra mantenía la red abierta. Las especies objetivo mencionadas, incluida el pez limón, principalmente se utilizaban como materia prima para el enlatado del “atún”. Actualmente, estas especies objetivo han dejado de ser buscadas, por lo menos con estos medios y para estos fines. Nadie podría imaginar hoy en día que una especie tan codiciada como el pez limón termine en un enlatado.
Otro método para capturar limones, más casero pero muy utilizado ha sido el arrastre con caña o simplemente con cabos de mano, de una suerte de señuelos artificiales caseros, los llamados “fiocos”.
Éstos son confeccionados por los marineros con los elementos que más a la mano tienen, pelos, plumas, dedos de guantes desflecados y un anzuelo. Cualquier tipo de embarcación que se dirigiera al puerto de Mar del Plata en verano, y que contara con este conocimiento y con algo de suerte, podía hacerse, aunque esporádicamente, de una buena captura informal de limones. Las mayores capturas frente a las costas de Mar del Plata se dan en el denominado “Banco de Afuera”.
Algunos estudios de la pesca artesanal del INIDEP cuentan que los técnicos en redes, como Juan Bartozzetti y Alfonso Izzo, para sumar estudios al departamento de artes de pesca del meticuloso Ing. Rubén Ercoli, algunas decadas atras, probaban una pesca que consistía en hacer sombra con elementos disponibles, ramas de palmeras, cajones o simplemente tablas, y cebar con carnada fresca. Ante la aglomeración de los peces limón, «calaban» velozmente para evitar que el pez se persuada de la maniobra. De esta manera se avanzo en el estudio de la especie, incluso en marcaciones, para conocer el movimiento migratorio de la especie.
Desde las temporada de 2016, en la Patagonia, además de registrarse mayor abundancia y regularidad en las apariciones de la especie, se registraron cardúmenes de ejemplares medianos y chicos (entre 4 y 10 kg), similares a los tamaños que se capturan en la provincia de Buenos Aires.
También se registraron cardúmenes en épocas invernales en los muelles de la ciudad de Puerto Madryn, Bahía Cracker, boca del golfo y el Doradillo. En este contexto, a fin de primavera de 2020-21 y 22 se registraron capturas de la especie por parte de pescadores artesanales en playa Colombo, golfo Nuevo. En 2020 se produjo la primera redada, que parecía un milagro difícil de repetir.
Una especie rápida, de zonas profundas y de zonas alejadas de la costa de pronto es capturada en playas someras de arena por rederos de costa en embarcaciones diminutas, y a remo. Buscaban pejerrey y llevaron limón. La primera redada histórica fue de casi 50 ejemplares (primera y única de 2020). Luego en 2021 dos equipos de pescadores distintos lograron su redada que aunque más modesta venían a decir que no había sido suerte lo del 2020. Finalmente, en lo que va del 2022 estos equipos volvieron a repetir en total 5 redadas similares.
Su altísima valoración gastronómica actualmente lo vuelve una promesa como especie de cultivo en la región. El programa de Maricultura del INIDEP de la ciudad de Mar del Plata viene trabajando con esta especie desde el año 2016, logrando por primera vez cerrar su ciclo de cultivo en Argentina, incluyendo captura de reproductores salvajes (provenientes de los bancos frente a Mar del Plata y del banco de pez limón), aclimatación al cautiverio, reproducción y desove por estímulos naturales (sin el uso de hormonas), cultivo de larvas, y engorde exitoso de esa progenie hasta llegar a los 3 kilos
La tecnología de cultivo utilizada, los sistemas de recirculación para la acuicultura (RAS), permiten un desarrollo del cultivo libre del uso de antibióticos y antiparasitarios. Con grandes empresas del sector pesquero, agrícola y gastronómico ya interesadas, el INIDEP se encuentra en los pasos previos a la transferencia de esta tecnología al sector privado, lo que permitirá a posteriori contar con pez limón de cultivo premium durante todo el año, cumpliendo con una demanda actual insatisfecha de la especie tanto en los mercados nacionales como internacionales.
Brasil y Uruguay no registran desarrollos en el cultivo de esta especie, lo que posiciona a Argentina como pionero en la materia para el Atlántico Sud-Occidental, abriéndose una ventana de oportunidad sustancial para el desarrollo explosivo de la actividad en el país en los próximos años.