El Consejo Federal Pesquero como responsable principal de establecer la política pesquera de la Argentina dentro de la Ley recordó en el Acta 37 Anexo 1 que: “La Nación Argentina fomentará el ejercicio de la pesca marítima en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos. Promoverá la protección efectiva de los intereses nacionales relacionados con la pesca y promocionará la sustentabilidad de la actividad pesquera, fomentando la conservación a largo plazo de los recursos, favoreciendo el desarrollo de procesos industriales ambientalmente apropiados que promuevan la obtención del máximo valor agregado y el mayor empleo de mano de obra argentina”.
El Plan fue elaborado sobre la base de las medidas de manejo vigentes en 2023 para la pesquería de vieira patagónica, que continúan las políticas que desarrolladas desde el inicio de la pesquería.
Durante los años 2021 y 2022 se realizaron numerosas reuniones con el INIDEP y el sector privado para analizar los temas que debían incluirse en el plan y acordar la mejor manera de abordar cada uno de ellos. Finalmente, en la Comisión de Seguimiento de la pesquería, el 7 de junio de 2023 fue aprobado el documento “Plan de Manejo de la pesquería industrial de vieira patagónica en la Zona Económico Exclusiva Argentina.
La vieira (Zygochlamys patagonica) se distribuye desde los 42° S en el Océano Pacífico a los 35° S en el Océano Atlántico y de los 40 a los 200 metros de profundidad. El aislamiento geográfico supone stocks separados al menos entre ambos océanos.
Es una especie de aguas templado-frías, endémica de la Provincia Biogeográfica Magallánica que incluye las Islas Malvinas y Banco Burdwood y se distribuye en el sur de Sudamérica, sus mayores densidades se observaron a lo largo de la isobata de 100 metros asociadas al frente del talud.
La pesquería de vieira patagónica se desarrolla en lo que se denomina stock de Argentina, entre el límite norte con Uruguay y Tierra del Fuego, a lo largo de la plataforma continental y aguas adyacentes. La pesquería de interés abarca sólo un sector de la distribución total, se desarrolla en la plataforma continental Argentina en la ZEE Argentina entre las latitudes 36°45′ S y 48° S y entre las longitudes 54°20′ W y 65°20′ W, en aguas de entre 60 y 120 metros de profundidad.
La bibliografía para realizar el mencionado Plan de Manejo fue extraída de diversos autores tales como E. Bogazzi, L.M. Lasta, S. Campodónico, J. Colonello, M. E. Góngora, entre varios autores destacados por su trabajo en la materia y que son citados en el Acta.
Sobre la biología de la vieira se explica que se trata de un molusco bivalvo de la familia los Pectinidae que se encuentra sobre un amplio rango latitudinal de la Plataforma Argentina, en áreas sujetas a regímenes oceanográficos diversos. Al norte de los 45° S su abundancia es generalmente baja entre la costa y el talud, siendo la temperatura un probable factor limitante, ya que al norte de los 40° S desaparece del interior de la plataforma a medida que las temperaturas del fondo se elevan por encima de los 9° C, límite máximo tolerado por la especie.
Se trata de una especie longeva, la máxima edad estimada se encuentra entre los 13 y 25 años dependiendo de la latitud aumentando de norte a sur. El tamaño comercial mínimo (55 mm de alto de valva) es alcanzado a las edades entre 5 y 10 años dependiendo mucho del rango latitudinal, en algunas áreas apenas alcanza esta talla.
La talla de primera madurez ha sido determinada a diferentes latitudes, siendo 36 mm de alto de valva a los 39° S y 45 mm en el rango comprendido entre los 40° S y 54° S. Estas tallas corresponden a una edad aproximada de entre dos y tres años. De esta manera, la talla mínima permite al menos dos desoves consecutivos.
En el Atlántico Sudoccidental el principal pulso de desove tiene lugar durante la primavera, pero otro pulso puede ocurrir hacia el fin del verano y principio del otoño.
La población de Zygochlamys patagonica en la ZEE Argentina está estructurada en bancos discretos de dimensiones variables y discontinuas, como lo cita la investigadora Eugenia Bogazzi a través de un trabajo del año 2008, donde identifica seis agregaciones discontinuas a gran escala sobre la plataforma entre los 36° S y 48° S. Estas agregaciones están naturalmente agrupadas dentro de tres grandes caladeros disponibles para la pesca comercial: Sea Bay, Tres Puntas y del Talud, los dos últimos conocidos como zonas potenciales de pesca desde hace 30 años.
La distribución espacial de estos caladeros en el Atlántico Sudoccidental coincide con la ubicación de tres sistemas frontales: El Frente del Talud (FT), el Frente de Patagonia Norte y el Frente de Patagonia Sur. Los frentes son zonas altamente productivas con fuertes gradientes de variables oceanográficas, como salinidad y temperatura, que pueden facilitar la retención de larvas pelágicas además de mejorar el acoplamiento bento-pelágico, aumentando así la disponibilidad de alimentos para las poblaciones bentónicas.
La relación de la vieira patagónica con estos frentes está asociada con la alta disponibilidad de alimento para la especie, dado que es un molusco filtrador que se alimenta principalmente de fitoplancton.
Yendo un poco más a la historia de la especie y a la evolución de la pesquería, los autores relatan que en 1960 comenzaron a reportarse bancos de Zygochlamys patagonica y a revelarse el potencial económico de este recurso. Desde 1973 las concentraciones de esta especie fueron evaluadas con buques de investigación. En las décadas de 1970 y 1980, se desarrollaron varias pesquerías de pectínidos en otras partes del mundo, pero el músculo aductor relativamente pequeño de Zygochlamys patagonica hizo que la pesquería resultase poco atractiva.
No fue hasta principios de la década de 1990, debido a la disminución de las capturas en las pesquerías ya establecidas y a la creciente demanda de músculos de vieira en el mercado internacional, que el valor de Zygochlamys patagonica fue apreciado y reevaluado.
Durante 1995, uno de los buques involucrados en los estudios uruguayos, el “Erin Bruce”, fue autorizado por el gobierno argentino para desarrollar un programa de investigación pesquera. A lo largo de ese año se realizaron 15 mareas en la plataforma continental confirmando la existencia de densos bancos en un amplio rango geográfico.
A fines de 1995, el Estado Nacional, a través de una Resolución, aprobó los proyectos de pesca para la captura y procesamiento de vieira patagónicas, presentados por las empresas “Glaciar Pesquera S.A.” y “Wanchese Argentina S.R.L.” para una flota compuesta por cuatro buques, dos por cada empresa.
En ese mismo momento quedó establecida una regulación para garantizar que la pesquería de vieira patagónica se desarrollara bajo asesoramiento científico. Así, la pesquería se inició en el año 1996 con la participación de dos empresas, cada una habilitada para operar con dos buques, estableciéndose los principios básicos para las medidas que, denominadas Plan de Manejo, se implementaron en 1999, con una duración de cuatro años.
En el año 2005, se aprobaron medidas de administración de la especie que fueron modificándose con diferentes medidas de manejo hasta la actualidad. El esfuerzo pesquero sigue siendo de cuatro embarcaciones pertenecientes a las dos empresas antes mencionadas.
En diciembre de 2006, la pesquería argentina de vieira obtuvo la certificación de sustentabilidad según el estándar del Marine Stewardship Council (MSC), convirtiéndose en la primera pesquería de vieiras certificada del mundo.