Hace apenas un año se inauguró una planta de procesamiento de pescados en la localidad neuquina de Piedra del Águila. Ahora suman a su equipo de trabajo a dos personas con discapacidad. Para imitar en todo el sector.
Se trata de una empresa acuícola que se convierte en la primera en el mundo en realizar esta vinculación con la comunidad. Para ello realizaron un plan de capacitación para sumar a dos jóvenes con Síndrome de Down.
La planta que fue inaugurada hace poco más de una año y que se encuentra en Piedra del Águila, una localidad de la provincia de Neuquén con apenas unos 4.000 habitantes y de una belleza muy particular por sus paisajes, procesa de manera especial unas 2.000 toneladas de truchas, con la principal característica que lo hace libre de antibióticos, generando un recurso exportable de gran calidad.
Si bien ya fue noticia por la puesta en marcha de este importante desafío, ahora vuelve a serlo por la incorporación de trabajadores con discapacidad, una idea que nació durante la pandemia y que se tomó como impulso a través de una escuela para chicos con discapacidad, ubicada en la misma localidad, brindándoles una capacitación para despertar su interés y la posibilidad de sumarse al equipo de trabajo de los productores acuícolas.
Un Centro especializado brindó las herramientas de formación para fortalecer las capacidades locales para el desarrollo de nuevos puestos de empleo y emprendimientos.
De esa manera, mediante el “Plan 10 Mil” se brindó una capacitación en “Alimentación y cuidados básicos en alevinaje de trucha arco iris”, la cual contó con la participación de 12 personas con discapacidad, residentes en Piedra del Águila.
“El propósito era que, luego de la finalización del curso, la empresa pueda sumar a su personal a algunos de los egresados”, contaron desde el Centro PyME-ADENEU. Esto fue lo que se concretó recientemente con la posibilidad de incorporar al menos a dos jóvenes con síndrome de Down.
Tras la buena respuesta del proyecto, brindaron una capacitación con conceptos básicos para el inicio de emprendimientos que puedan transformarse en proveedores directos e indirectos de la planta, con la colaboración del municipio piedraguilense.
La empresa ya había hecho gestiones para contratar a personas con discapacidad, y tras varias gestiones pudieron convertirse en la primera planta acuícola del mundo en hacer este tipo de vinculación con la comunidad en su complejo que posee unos mil metros cuadrados, donde se faena y se evisceran los salmónidos provenientes del río Limay.
La inversión realizada en el lugar superó los 30 millones de pesos, dinero invertido por la provincia de Neuquén, para posteriormente concesionar la planta, hoy emplea a unas 120 personas, en su mayoría mujeres que residen en Piedra del Águila y zonas aledañas, y ahora tendrán estos dos nuevos trabajadores. Todo es posible afortunadamente.