La historia de los buques abandonados se repite en el puerto de Mar del Plata. Entre 2005 y 2014 se llevó adelante un plan para extraer 30. Se invirtieron unos 30 millones de pesos en el operativo, pero no alcanzó.
En este período, los barcos sin actividad continuaron acumulándose. Algunos armadores sencillamente traspasaron el permiso de pesca y abandonaron los cascos; otros aparecen envueltos en litigios judiciales. Lo cierto es que entorpecen la operatoria en los muelles.
Se estiman que son unas veinte las unidades en esa condición. Sólo en la Sección Quinta del Espigón Dos están los poteros “Coral Azul”, incendiado en marzo de 2011, y “Demóstenes”. En tercera andana, los acompaña el fresquero “Galemar”.
“Todo esto lo único que causa es malestar y problemas a las empresas y operadores portuarios en la descarga, armado y al momento de tener que hacer alguna reparación en muelle”, definió un empresario en contacto con Pescare.com.ar.
Con la falta de espacios y barcos amarrados hasta en sexta andana, hay gastos operativos que se incrementan al tener que mover embarcaciones y darle intervención a remolcadores, grúas y equipos de trabajo en general. Por otro lado, se transforman en un foco de contaminación.
“Solamente aplican las leyes para los que trabajan ¿y a los inactivos? Parece que ellos no tienen problemas. Lo mismo sucede en otros espigones del puerto. Realmente se está haciendo imposible trabajar en este esquema”, se quejó el armador.
Distintas cámaras empresarias de la ciudad esperan poder entrevistarse con la gobernadora, María Eugenia Vidal, para trasladarle estas problemáticas. Están realizando gestiones en esa dirección. También quieren tener participación en el rearmado del Consorcio Portuario.
El último plan para despejar los muelles, vale recordarlo, comenzó en 2005 y contempló el retiro de unas treinta unidades en desuso. La mayoría ya no flotaba y se habían transformado en enormes obstáculos de hierro y oxido.
Entonces intervino Prefectura sobre las primeras veintisiete, de menor porte, y la UTE Emepa S.A.- Raúl A. Negro y Cía., sobre las últimas tres de mayor envergadura. En total, el Consorcio Portuario, con apoyo de Provincia y Nación, recuperó con mucho esfuerzo casi 30 mil metros cuadrados de áreas operativas.
Ahora, al igual que la demanda reconocida para mantener las condiciones operativas del canal de acceso tras el dragado de 2014, es necesario llevar adelante un trabajo para que Mar del Plata no vuelva a ser un cementerio de barcos.
Unas veinte embarcaciones de esa condición se encuentran amarradas en el puerto local. Dificultan y encarecen la operatoria. Quejas de las empresas.
Noticia AnteriorCaen las capturas de calamar y crece la incertidumbre
Siguiente Noticia Distribuyen oficialmente las cuotas de captura 2016