Sin animo de evidenciar reclamos ni problemas, que los hay y muchos en todos los sectores, inclusive en la pesca local, se están observando estos últimos dias.
Uno de ellos en particular, tiene que ver con la nota anterior y la problemática generada por la falta de cajones vacios en el puerto local. Ver nuestra nota https://www.pescare.com.ar/fresqueros-demoras-en-la-reposicion-de-cajones-vacios/
Muchas veces decimos “clúster pesquero” e intentamos imponer este término porque si vamos a la esencia del mismo, la RAE, dice ¨Grupo de empresas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector industrial y que colaboran estratégicamente para obtener beneficios comunes¨, no en vano intentamos imponer esta idiosincrasia más que termino, pues sin dudas en la entramada colaboración e interrelación de la actividad pesquera, todo un conjunto de subsistemas, arman el enjambre que hace al sector.
Que la pesca, sea de Chubut, Santa Cruz o la misma Mar del Plata, sea un sector pujante, eficiente y participante de los grandes números generadores de trabajo y divisas para el país, no hay dudas, pero el merito muchas veces depende de un sinfín de sectores para que la actividad goce de esa eficacia.
Que sería del sector si el “ganga” que esta parado al borde de la bodega no esta atento a la figura del güinchero, y la lingada, que “la ponen con la mano” casi adentro de un camión o sobre una tarima con la precisión de un cirujano y el automatismo de un robot, no fuese así….!
Todo se torna una gran equipo, incluso desde la misma política pesquera, hasta quien se encargue de el supervisado en Prefectura para dar salida a un barco.
Todo el sistema es uno solo, un gran equipo, que conforma la llamada actividad pesquera, donde uno se duerme, el “pato” lo pagan todos.
A raíz de la nota de ayer, hoy sobre el muelle se manifestaron muchos viejos pescadores, hoy armadores que vieron nacer el mismo puerto.
La realidad es que la actividad corre al compas del cardumen, no de la voluntad de trabajo de un sector o parte del mismo y mucho menos de un empleado. Así nos encontramos en una semana que algunos empleados del consorcio, el lunes no trabajaron y con eso, se demoran salidas de barcos.
El inconveniente que hay de escasez de cajones vacios y limpios para armar los barcos, para que salgan a pescar, o sea para trabajar, hace que todo el clúster, se pare, como si se cortase la correa de distribución, el motor se para y no funciona.
Por un lado, “desde pesca se exige el cumplimiento de la CITC de merluza, pero por otro estamos parados hace 4 dias esperando cajones” con cierta vehemencia nos decía un armador al lado de su barco, que afortunadamente desde el domingo, recién pudo salir en la tarde de hoy jueves.
“Tardamos más tiempo en armar el barco que en completarlo, ¿dónde se ha visto?”
El malestar persiste, y si a eso, se le suma la imposibilidad de conseguir espacio en muelle, la historia termina en desencuentros.
“La autoridad parece no ver o no querer ver que en el puerto hay mas de 40 buques poteros que el año pasado estaban en la escollera norte y hoy ocupan todo el espacio de muelles, y con Ellos, cada maniobra para abrir 7, 8 y hasta 9 barcos para poder alcanzar el muelle para descargar, existe un negocio que cuesta 350.000 a 500.000 pesos” nos decía en la mesa ofuscado Mariano, quien pretendía descargar su barco de anchoíta en el muelle 10 con 27 metros de eslora.
“A quien le vamos a contar lo que pasa, si quien está en un escritorio no conoce la problemática del muelle” sentenció.
“Ademas de algunas “quintas”, donde algunos pedimos atracar cargados a las dos de la tarde y te dicen, no, ese lugar esta reservado para tal o cual, como si el muelle fuese una parcela de su empresa”.
“A ver si toman cartas en el asunto, parece que están durmiendo y nosotros necesitamos trabajar. Calcula, cada seis dias de pesca nos perdemos cuatro para armar el barco, en un mes hacemos tres viajes y perdemos dos, yo quisiera ver si a quien debe tomar cartas en el asunto, le digo, ¿dona el 40% de tu sueldo a ver que dice?”
Tratamos de bajar los decibeles y entender que la situación es compleja y alguien debe resolverla y que los feriados debiesen tener guardias efectivas, reales, verdaderas.
Así, entendemos que el termino impuesto desde esta columna “clúster pesquero” es realmente acertado. Cuando un engranaje no gira a la velocidad que lo requiere el sistema, el sistema se frena, no funciona. Hoy, pasa eso.
El animo de esta nota tiene que ver mas al reflejo de lo que sucede en el puerto que a una crítica, incluso constructiva. Quienes deben tomar cartas en el asunto están ocupados en temas de otra índole, seguramente de mayor importancia, pero hay un sector que sufre esta situación y bueno sería resolverlo.
Una manera es que los buques que operan desde enero a junio, a fines de junio sean colocados en lugares menos operativos, dejando el preciado puesto para quienes están operando día a día puedan trabajar con la eficiencia que acarrea y demanda el sector.
Por Gustavo Seira