El escándalo judicial que envuelve al Somu le dio paso a la renuncia de Omar el “Caballo” Suárez. En las últimas horas, el ahora ex dirigente le comunicó la decisión al Ministerio de Trabajo de la Nación mediante una nota formal.
“En el día de la fecha hago saber mi decisión irrevocable de renunciar por la presente al cargo que ocupo de Secretariado General del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), con retroactividad a las cero horas del día 18 de febrero de 2016″, expresa el texto.
La decisión, según expresa, tiene carácter indeclinable y le pone fin a un ciclo de 27 años al frente de la entidad. Suárez había tomado las riendas del gremio en 1989, tras haberse desempeñado como delegado de la Sección Cubierta y después como chofer de Juan Arce, otro de los líderes que tuvieron los marineros.
“Esta es mi libre y consciente voluntad de acatar así la decisión del juez Rodolfo Canicoba Corral de suspenderme en funciones con motivo de las actuaciones labradas en el Sumario 4683/12 y preservar la libertad institucional del secretariado y Consejo Directivo Nacional del Somu”, continúa la carta revelada por el sitio Infogremiales.
Causa en curso
Vale recordar que la intervención judicial dispuesta por Canicoba Corral responde a la causa donde se investigan maniobras extorsivas que derivaron, además, en el entorpecimiento del tráfico marítimo en el puerto de Buenos Aires.
El juez ya había ordenado en 2014 trabar embargo sobre los bienes de Suárez hasta cubrir la suma de 5 millones de pesos y paralelamente procesó a sus colaboradores, Rigoberto Reymundo Suarez Cardozo y Jorge Agustín Vargas.
La denuncia que originó esas medidas data de 2012 y fue presentada por un representante de la Cámara de Armadores de Lanchas de Prácticos (CALAPRAC), ligada al servicio de remolcadores.
Sin embargo, Suárez insiste ahora con su inocencia: “Me dedicaré a defender así con todas mis fuerzas y en el marco de la legalidad jurídica y con la libertad personal de no afectar con mis actos o palabras a mi sindicato, ni mi a mis compañeros, mi total inocencia de los cargos e ilícitos que se me imputan”, escribió.
Su defensa no excluye las apelaciones religiosas: “Lamento que una situación de disenso interno de compañeros que iniciamos hace muchos años un camino común haya alcanzado este final y bajo la invocación del Papa Francisco y su Misericordia extiendo en paz mi abrazo fraterno y les pido perdón también a todos aquellos que me votaron nuevamente en el año 2015 por no poder seguir acompañándolos…”, cierra la misiva dirigida al Ministerio de Trabajo.
El dirigente presentó su dimisión con carácter indeclinable después de que la Justicia interviniera el gremio. No obstante, se declaró inocente.
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