Formaron parte de la misma los concejales Horacio Taccone y Miguel Guglielmotti, el Secretario de Desarrollo Productivo e Innovación de la comuna Adrián Cónsoli, Diego Orlando gerente de operaciones del Consorcio Portuario de Mar del Plata, representantes de Pesca de la provincia de Buenos Aires, del EMTUR, de la Defensoría del Pueblo marplatense, el Jefe de la Prefectura Mar del Plata Prefecto Mayor Rodolfo Cattaneo, como así también varios referentes de las lanchas amarillas como Carlos Grecco, Vicente “Lobo” Galeano, Juan Miguel “Tato” Caridi, Esteban “Pingüino” Pennisi, entre otros referentes del sector.
La reunión tuvo espacio por algo más de una hora, donde se plantearon distintos temas, algunos referidos a la seguridad a bordo, la utilización del MONPESAT (sistema electrónico remoto de monitoreo satelital), como así también se expuso una situación que viven habitualmente quienes navegan en las simbólicas lanchas, quienes a modo de denuncia contaron lo que viven en cercanías de Santa Clara del Mar, donde se encuentran con varias decenas de kayaks pescando sin ningún tipo de control ni señalización, quienes habitualmente agreden a los pescadores arrojándoles piedras.
Taccone, como presidente de la Comisión, les pidió a los referentes que expongan su problemática, para interiorizarse y a su vez trasladarle a la PNA –allí presente- cuestiones referidas a la seguridad.
Entre los distintos problemas se manifestó que tienen inconvenientes en la zona que tienen delimitada para la pesca, sintiendo una especie de “acorralamiento”, según expresaron.
Además propusieron que ante la inminente desaparición de las lanchas –apenas quedan 12 operativas- los permisos que éstas posean, puedan ser “alquilados” para otras embarcaciones y que las “lanchitas” continúen en la banquina chica, como parte de la postal que trascendió todas las fronteras.
“Los viejos se fueron cansando porque hay muchos problemas siempre hay piedras en el camino desde que apareció el famoso MONPESAT. Otro de los temas es que se van vendiendo embarcaciones por el permiso de pesca”, le dijo a PESCARE tras finalizar la reunión Carlos “Pelado” Grecco, en consonancia con lo que manifestó en la mesa de trabajo, quien con un dejo emoción destacó: “nosotros siempre vamos a estar, esta es la historia vida del Puerto, ya son cuatro generaciones que ‘van al agua en las lanchas’”.
“Recorremos los lugares de pesca y donde vamos hay un kayak. Porque no hay uno solo, son como 30!, y todos salen cargados con piedras, cuando nosotros pasamos nos tiran piedras, es increíble. Nosotros estamos trabajando con todas las de ley, con todos los elementos de seguridad y ellos salen así no más y no tienen ni un papel, desembarcan en cualquier lado y después vaya uno a saber que hacen con el pescado”, manifestó “Tato” Caridi.
La situación expuesta por Caridi se vive habitualmente en cercanías de Santa Clara del Mar, partido de Mar Chiquita que continúa representado por un hombre de la zona en el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, tal es el caso de Jorge Paredi.
Ante este tema puntual, el Jefe de la Prefectura Mar del Plata, adelantó que la Fuerza tiene entre sus proyectos la instalación de un puesto en la vecina localidad de Mar del Plata, lo que se descarta que será de gran ayuda para que embarcaciones sin autorización puedan ingresar al mar, y mucho menos poder realizar tareas de pesca no deportiva.
Otro de los temas planteados fue la pesca del magrú, que históricamente era pescado por las lanchas amarillas, pero al serles limitada la zona de pesca y la especie “estar más afuera”, no pueden capturarlo. Además plantearon la desigualdad económica que viven en el mercado comercial.
En los distintos temas que fueron presentados –entendemos que en la próxima reunión que se llevará a cabo el 4 de agosto se comenzará a puntualizar- fue la cantidad de elementos de seguridad que deben llevar a bordo, debido al alto costo que tiene cada uno y a algunos de los cuales los consideran innecesarios.
“Diganme cuantas lanchas se fueron a pique en la historia. Lanchas digo, no barcos. Tenemos oficio, no nos creemos más que nadie, pero no hacemos locuras, cuidamos a la gente y queremos traer pescado y darle de comer a nuestras familias. Pero así estamos cada vez peor. Hace 60 años que voy a pescar. Nos sacaron el magrú, la caballa. Nunca estuve tan ‘croto’ como este año yendo a pescar”, dijo uno de los grandes referentes en la reunión.
Criticaron además la utilización de transmisores-receptores (walkie-takie), los cuales se deben llevar uno a popa y otro a proa. “Doce metros tiene la lancha, ¿para que los queremos? Nos hicieron comprar una balsa, me salió 450 mil pesos. Mi señora me dijo, ¿qué hacemos ahora? ¿comemos balsa?”, dijo “Pingüino” con su particular humor, mientras que otro de los referentes hacía mención a la cantidad de trajes de inmersión que se deben llevar a bordo de acuerdo a las normativas vigentes.
Otra de las cosas planteadas y puntualmente a modo de denuncia -el Jefe de PNA tomó nota como así también el personal que lo acompañó en la reunión- fue que desde el propio Club Náutico salen botes que pescan y no de modo deportivo, sino que traen una importante cantidad de pescado.
“Tenemos restricciones de seguridad. Estamos restringidos por las millas. Estamos restringidos por la pesca. Nos terminaron la anchoíta, no se cuidó el recurso de las embarcaciones y ese fue un detonante para que muchas embarcaciones se vendieran porque era el sostén. Llegaba la temporada y todo el mundo pagaba las deudas. Temporada de anchoíta no hay más. La temporada de magrú este año fracasó. El precio que nos pagan es el mismo que el año anterior, con la inflación hay que hacer de cuenta que fuimos a trabajar por menos de la mitad de la plata”, se relató en la reunión entre los diversos temas.
Varios fueron los temas que quedaron pendientes para la próxima reunión de la Comisión que se celebrará el mes próximo, donde seguramente tanto los concejales presentes como el secretario de Desarrollo Productivo llevarán propuestas, de acuerdo al importante interés con el que se los vio participar, dejando de lado banderías políticas, lo que no es poca cosa sobre todo en estos días en nuestro país.