La temporada de pesca de sardina en 2023 llega a su conclusión con importantes cambios y medidas de conservación. La Secretaría General de Pesca ha emitido un comunicado anunciando el cierre de la pesquería para los buques de cerco en las zonas del Cantábrico y Noroeste, así como para aquellos que utilizan artes altamente selectivos como racú y piobardeira en las aguas ibéricas de las zonas CIEM VIIIc y IXa. Esta medida entró en vigencia a partir de las 00.00 horas de hoy 24 de agosto.
Por lo tanto, a partir de hoy solo se permitirá la captura incidental de sardina con el propósito de minimizar los descartes en otras pesquerías pelágicas, como las dirigidas a la caballa, el jurel y la anchoa. Sin embargo, estas capturas incidentales e inevitables tendrán un límite estricto de no más del 15% en comparación con el total de capturas desembarcadas de otras especies pelágicas.
Una novedad importante es la disposición de la Secretaría General de Pesca de permitir a los buques que logren obtener cantidades adicionales de sardina ibérica a través de transferencias temporales, continuar la pesquería hasta agotar la cantidad obtenida. Esto podría tener implicaciones significativas en la gestión y equidad de las cuotas de pesca, y plantea cuestiones sobre cómo se supervisarán estas transferencias y su impacto en la sostenibilidad a largo plazo.
La campaña de pesca de este año ha sido catalogada como prematura debido a su inicio el 20 de marzo, una de las aperturas más tempranas en los últimos años. Esta temporada se caracterizó por un incremento sustancial de cuota, aumentando en un 24% con respecto al año anterior. Se distribuyeron un total de 56,604 toneladas entre España y Portugal, con la flota española obteniendo una asignación significativa gracias al acuerdo pesquero con Portugal. La cuota asignada a la flota española fue de 18,962 toneladas, 4,000 toneladas más que en 2022, marcando el punto más alto de capturas en los últimos años.
En un desarrollo posterior, el Gobierno anunció el 8 de agosto la asignación de 2,100 toneladas adicionales a la flota española, logradas mediante un intercambio con Portugal. Esta medida podría generar debates sobre la cooperación entre países en la gestión de recursos compartidos y cómo se equilibra la distribución de cuotas en función de acuerdos bilaterales.
En resumen, la campaña de pesca de sardina en 2023 se caracteriza por el cierre anticipado de la pesquería y medidas estrictas para evitar los descartes en otras pesquerías pelágicas. La asignación de cuotas, las transferencias temporales y la cooperación internacional emergen como temas cruciales en la gestión sostenible de los recursos marinos y la preservación de la sardina ibérica.